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Reseña de Actividad: La militancia, los pañuelos y las luchas. De los derechos humanos a las reivindicaciones de género

Aletheia, volumen 8, número 16, junio 2018 ISSN 1853-3701

 

 Selvaggio - Tocho /Artículo en PDF

Francisco Selvaggio*

selvaggiocuomofrancisco@gmail.com

Fernanda Tocho**

fernandatocho@yahoo.com.ar

FaHCE/UNLP

Marzo de 2018, Ensenada

 

El 28 de marzo pasado en el Espacio de Memoria “Casa Carlos Alaye” se desarrolló la actividad “La militancia, los pañuelos y las luchas. De los derechos humanos a las reivindicaciones de género”, de la que participaron como panelistas la periodista y militante feminista Liliana Daunes, y la artista visual y militante por los derechos humanos Andrea Suárez Córica, hija de  Luisa Marta Córica (integrante de la JUP, asesinada por las bandas de la CNU en el año 1975 en la ciudad de La Plata.

El Espacio de Memoria “Casa Carlos Alaye” -lugar donde vivió el militante de la organización Montoneros Carlos Esteban Alaye, desaparecido el 5 de mayo de  1977 por patotas de la Marina y la CNU- emerge como resultado del proceso de recuperación de la memoria colectiva que llevan a cabo los vecinos del barrio Mosconi (1) en el municipio de Ensenada, a partir de la reflexión sobre los acontecimientos locales ocurridos en nuestro pasado reciente, y particularmente durante la última dictadura militar.

En la Casa se desarrollan un conjunto de actividades desde las cuales se establecen vínculos con los vecinos y las instituciones presentes en el entramado territorial, en pos de contribuir al fortalecimiento de la identidad comunitaria y al reconocimiento de un pasado común, como así también al involucramiento activo de la comunidad en el proceso de reconstrucción de las memorias sociales y de lucha que forjaron la historia reciente del barrio.

Como expresión concreta de las diferentes acciones que hoy nutren ese Espacio de Memoria, en la Casa funciona actualmente el Proyecto de Voluntariado “Memoria y Ciudadanía”, dependiente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP, que presenta como antecedentes actividades con características similares realizadas por el mismo equipo de trabajo en docencia, investigación y extensión en el barrio El Dique, también de la localidad de Ensenada (2)

En el marco de este Proyecto, desde el año pasado el equipo de trabajo viene encarando numerosas actividades que buscan potenciar el vínculo de los vecinos con la Casa, a través de la construcción colectiva de la historia del barrio problematizando diferentes aspectos ligados a la identidad política, de clase, étnica y de género.  Para ello se llevaron a cabo Talleres sobre la Memoria del barrio destinada a los jóvenes, y se realizó la pintada y señalización de la Casa en conjunto con los vecinos, para visualizar el espacio de memoria en el entramado social.   

En esta oportunidad, y bajo el propósito de reafirmar la tarea de quienes participamos del Espacio de Memoria: Casa Carlos Alaye con la construcción de una memoria colectiva basada en los pilares de los derechos humanos, la verdad y la justicia, y profundamente reivindicativa de los derechos de las mujeres, se realizó el panel “La militancia, los pañuelos y las luchas…” arriba mencionado, actividad que se propuso reflexionar sobre la historia, los significados y el balance de los dos acontecimientos multitudinarios más importantes de los últimos años hasta ese día: el paro nacional de mujeres del 8 de marzo, y la marcha del 24 de marzo en Plaza de Mayo.

La intención fue poner en diálogo las memorias del movimiento de derechos humanos con la trayectoria de lucha del movimiento de mujeres, en tanto procesos que llenaron de contenido sustantivo nuestra democracia. En este sentido creemos que ambas experiencias y su relato -a pesar de los intentos negacionistas, de ocultamiento, relativización  y represión que han caído sobre ellos- constituyen dimensiones fundamentales para la construcción de una agenda política que contribuya a avanzar en las luchas de contenido igualitario en el presente.

Al respecto, Liliana Daunes señaló: “Llevo como tesorito, como mimo y reconocimiento un pañuelo que me entregó la Asociación de Madres de Plaza de Mayo”. Respecto a lo que fue la Asociación y la Universidad de las Madres para la construcción colectiva del conocimiento para la liberación, destacó que “por allí pasó gran parte del pensamiento alternativo, se creó el equipo de educación popular Pañuelos en Rebeldía, y pasaron por sus aulas personajes tan necesarios como disruptivos, como Lohana Berkins y Diana Sacayán, entre tantas y tantos otros”.

Asimismo, recordó una nota periodística de su autoría en la que comentaba “lo simple que era con nuestras compañeras hablar de las madres y las abuelas de plaza de mayo, porque para muchas asociar la lucha a la maternidad era parte de su vida cotidiana. Las mujeres de los comedores comunitarios, de los merenderos, de los piquetes, se estaban organizando porque no tenían nada que darles de comer a sus hijas y a sus hijos. La identificación con su lucha era la mejor manera de asociar los derechos humanos de ayer y de ese presente, entender que la entrega de nuestro patrimonio y nuestra fuente de trabajo era la continuidad de aquel plan de terror de los 70, que nos arrebató a nuestras madres con pañuelo blanco sus criaturas preciosas. Se hacía mucho mas difícil hablar de Romina Tejerina o del aborto”.

“Pasó el tiempo y dimos un salto pronuncial, a trece años de creada la campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y 32 años de encuentros nacionales, la sociedad en todos sus sectores discute y se pronuncia a favor, en su gran mayoría, del tratamiento y la aprobación de la ley en el congreso”

Por último, señaló la potencia del pañuelo verde “es un símbolo, ese que se lleva en las mochilas, en la cabeza, en las muñecas, con gran orgullo. A las madres las movió el dolor, y salieron de lo privado a lo público, abriéndose camino y consciencia al andar. Y a las feministas nos mueve el deseo a la libertad y nos revolucionamos para revolucionar, a todas nos une la dignidad rebelde y la memoria viva, que sea memoria no domesticada”.

Por su parte, Andrea Suárez Córica recordó la militancia revolucionaria de su mamá Luisa Marta Córica, a principios de los años 70 en la ciudad de La Plata, militancia que combinaba con la crianza de sus tres hijos, los estudios en la Facultad de Humanidades en la carrera de Filosofía, su trabajo en el Hipódromo y  su amor por el arte y la poesía.

En el relato de Andrea, los proyectos personales y colectivos que su mamá encaró con profunda pasión y entrega, junto al trabajo político que desarrolló en la Juventud Universitaria Peronista, se presentan en sintonía con el creciente protagonismo social y participación activa de las mujeres en una amplia gama de espacios antes reservados exclusivamente a los varones: los partidos políticos y organizaciones de izquierda, los sindicatos, las organizaciones barriales y estudiantiles, y luego incluso en el seno de las organizaciones revolucionarias y la lucha armada.

Precisamente la militancia política de su mamá y la inscripción de ésta en un programa colectivo de emancipación y transformación social, es uno de los aspectos que Andrea más va a destacar en su intervención, como una forma de romper los intentos de ocultamiento y silenciamiento que sobre aquella militancia revolucionaria se extendió luego en las décadas posteriores, proceso que fue tristemente consagrado con las leyes de impunidad e indulto.

De esta forma para Andrea la recuperación de esa politicidad y compromiso, de esos sueños por transformar la sociedad y de esas prácticas “subversivas”- en el mejor de los sentidos- que expresaban el deseo de transgredir las relaciones de poder establecidas, son los trazos de una memoria que busca problematizar el rol de la mujer y su papel en la militancia de los años 70, como también inscribirse en el campo de las luchas por los derechos humanos, la verdad y la justicia en el presente.

Por último, no podemos dejar de mencionar como corolario de esta breve reseña, el impacto que en el campo de la militancia y la lucha por los derechos de las mujeres significó la media sanción de la Ley del aborto el pasado 14 de Junio. Esa jornada histórica, profundamente conmovedora y repleta de mujeres con sus pañuelos verdes en la calle, condensó también - en parte- muchos de los sentidos y apuestas por la igualdad que décadas atrás encarnaron mujeres como Luisa, Liliana y la propia Andrea, va desde aquí nuestro hondo amor y reconocimiento hacia todas ellas, deseando desde el campo de la memoria aportar a esa trama de luchas por la igualdad que une nuestro pasado, el presente y el futuro por hacer.

 

Notas:

(1) El barrio Mosconi forma parte del cordón obrero que se consolidó a la vera de la refinería de YPF de la localidad de Ensenada, a mediados de la década de los 60. Con el proceso de privatización de dicha empresa en el 1992 y el achicamiento de la planta de trabajadores, la estructura del barrio fue creciendo de forma desigual en términos de ingresos. Actualmente, aún con la reestatización de dicha empresa, no se han observado fenómenos significativos de recuperación del empleo por vecinos de dicha comunidad.

(2) A partir de la puesta en marcha del Programa Institucional para la Recuperación de la memoria del BIM 3, implementado en la FAHCE-UNLP desde el 2011, se comenzó a trabajar en el diseño de diversas actividades destinadas a recuperar la historia y la memoria de este sitio donde durante la dictadura había funcionado un centro clandestino de detención, y a profundizar los vínculos institucionales y sociales con la comunidad de Ensenada. En este marco, se diseñaron dos proyectos de investigación, La Plata, capital de la represión. Los Archivos de la DIPPBA y la represión en La Plata, Berisso y Ensenada (2014-2016) y La Represión en Berisso y Ensenada, 1973-1983. Dentro de ese Programa Institucional se inscriben los talleres realizados en el CIC del barrio El Dique, con jóvenes que se propusieron recuperar algunos elementos de la identidad local a partir de las memorias sobre la historia reciente.

 

*Francisco Selvaggio, estudiante de la carrera del Profesorado de Historia de la UNLP. Integrante del Proyecto de Voluntariado “Memoria y Ciudadanía” de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

**Fernanda Tocho, Profesora y Doctoranda en Historia. Investigadora en el Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS), Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata. Integrante de la Maestría en Historia y Memoria de la UNLP.

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