Reseña del Acto Homenaje a Reyna Diez

Lucía Paez Molinero*
(UNLP)
luciapaezmolinero@gmail.com

El día miércoles 16 de mayo se realizó en el edificio Karakachoff de la ciudad de La Plata (para muchos "el viejo Humanidades") el acto homenaje a Reyna Diez, organizado por la Comisión de Memoria, Recuerdo y Compromiso de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Este es un espacio interclaustro que se propone avanzar hacia una memoria colectiva en nuestra institución educativa, para debatir acerca de un pasado que repercute fervientemente en la actualidad, y construir un presente de memoria, verdad y justicia en diálogo con distintos actores sociales involucrados en los debates sobre la historia reciente.
El homenaje fue convocado por la Comisión de Memoria en conjunto con la agrupación Familiares de detenidos desaparecidos y presos por razones políticas y gremiales La Plata. Si bien la actividad se pensaba realizar en marzo, en el marco del mes de la memoria, Perla Diez, la hija de Reyna, propuso postergarla para mayo ya que había sido el mes en el que nació y, finalmente, murió su madre. Entendiendo la connotación simbólica de la propuesta, la fecha acordada fue su natalicio, día en el cual Reyna hubiera cumplido sus 104 años. La heterogeneidad en el grupo que planificó la actividad y operatividad del homenaje brindó diversos aportes que permitieron acumular vestigios de la vida de la ex decana.
En este sentido se abonó a reconstruir su trayectoria como militante revolucionaria, como profesional comprometida con su momento histórico, como madre y abuela. Con la incipiente pregunta ¿quién fue Reina Diez?, la actividad se proponía el ejercicio de recordar su destacado paso por el Departamento de Letras y por el Decanato de la FaHCE. A su vez, la intención también era abrir la posibilidad a que las nuevas generaciones que transitamos cotidianamente la Facultad de Humanidades, conozcamos el legado de una mujer que puso en tensión las tradicionales estructuras de la Universidad, desafiando cualquier condicionamiento debido a su género y, sobre todo, en el contexto político de aquel entonces.
En el pasillo que conducía al aula en donde se realizó el encuentro, se exhibían fotos y actas colgadas. Algunxs asistentes obstaculizaban el paso por la curiosidad de detenerse a leer aquellos documentos redactados por las pequeñas letras de las máquinas de escribir de la época. El ingreso al aula fue, sin lugar a dudas, uno de los momentos más amenos. Un clima de emotivos encuentros, saludos y abrazos fue el panorama común para quienes habían conocido a Reyna y para quienes no. Lxs militantes de la agrupación Familiares La Plata se encontraban con sus características pecheras sentados en primera fila, mientras en una esquina al lado del micrófono dispuesto a lxs oradores se encontraba la mesa del la Comisión de Memoria, Recuerdo y Compromiso juntando adhesiones de diversas agrupaciones, partidos políticos, centros de estudiantes, y demás. Las luces apagadas y la proyección de un video acallaron el murmullo del aula. Menos de tres minutos fueron suficientes para que los únicos ruidos que se escucharan fueran el de lxs niñxs corriendo en el pasillo y jugando debajo de las sillas del público. El material fílmico mostraba a una mujer con una fuerte mirada sobre la cámara. Sus ojos y expresividad hablaban por sí solos. Con un discurso desafiante Reyna reclamaba por los jóvenes que eran perseguidos y encarcelados políticamente. Pide por ellos. Manifiesta en pocos minutos una larga lucha por la libertad de los presos políticos, un asunto que había atravesado en carne propia y que motoriza su militancia cotidiana. Finaliza con un mensaje explícito para las mujeres. Reyna les pide un rol activo en la lucha, que sean combativas, que tengan una participación que haga de las mujeres sujetas completamente activas en los escenarios de disputa. Transmite la necesidad de las mujeres belicosas con un tono de voz fuerte, claro y contundente.
Luego del video comenzó a sonar "Gallo Rojo, Gallo Negro". Siguiendo la misma clave, la canción que fue interpretada por Ernesto Jauregui, aludía a la incansable lucha comunista. "gallo negro te lo advierto, no se rinde un gallo rojo, más que cuando está ya muerto" fueron algunas de las estrofas de la melodía. En este sentido la convocatoria sorprendió a quienes asistimos. Fuera de los tradicionales paneles en donde se exponen largos discursos, nos encontramos con la excepcionalidad de un homenaje que retoma desde gustos musicales, ideas y hasta comentarios anecdóticos de compañeras y familiares de Diez.
El primer bloque de oradores comentó el paso de la Profesora de Letras en la Universidad Nacional de la Plata. Compuesto por la actual Decana de nuestra casa de estudios Ana Julia Ramírez, la ex-Decana del mismo sitio Ana Barletta, un representante de ATULP y una compañera representante del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Las intervenciones recordaron el proyecto universitario del año 1973. Un proyecto que entendía la formación profesional ligada a un proyecto de país, situada y democratizada. Las resoluciones del Departamento de Letras en ese año, el cambio del plan de estudios de la carrera, la latinoamericanización de los contenidos, la transformación de las Cátedras a Unidades Básicas de Trabajo, la figura del profesor convertida en coordinadores/colaboradores fueron sólo algunos índices que nos ayudaron a conocer y dimensionar lo que estaba sucediendo en ese periodo en nuestra facultad.
Luego de la entrega del legajo de Reyna a la familia y de las copias de sus resoluciones del 73 ́ encontradas en el Archivo de la FaHCE, las lecturas por parte de su nieta, Ana Schaposnik, de dos de sus poemas abrieron paso al segundo bloque de oradores. Fue el turno de quienes habían pasado por su vida. Liliana Guido, amiga y compañera de militancia, Mary Gusmerotti como representante de la agrupación Familiares La Plata y Perla Diez, desarrollaron otra dimensión de la vida de la ex Decana. Recordando su militancia anarquista en los años 30 ́, su incumbencia en la guerra civil española, fueron construyendo la identidad con la que recordaban a una militante revolucionaria, referente de los derechos humanos y un personaje activo en múltiples iniciativas políticas de los años 80 ́.
El relato de Perla Diez en su intervención fue conmovedor. Comenzando por su encarcelamiento político en la década del 70 ́, habló de cuánto la había acompañado su madre en ese oscuro momento. Asimismo, Perla relató su experiencia sobre las visitas sin contacto cuando se encontraba detenida - que han sido un modo de castigo sin fundamento alguno y que actualmente son llamadas "visita en locutorio"- en las cuales solo se podía hablar detrás de un vidrio quedando pendientes los abrazos o el intercambio de cartas. Igualmente recordó los largos viajes para ir a verla con sus hijas en tren, el mismo que un día se descarriló y no pudo llegar, y además hizo mención al día en que evocando el lema "como llegué hasta acá", retornó a imágenes de su infancia y Reyna aparecía allí como el personaje que había desarrollado su solidaridad. Finalmente el homenaje terminó con una canción interpretada por Lucía Moura, nieta de Reyna, y con Daniel Belinche, amigo y actual Decano de la Facultad de Bellas Artes de la UNLP.
El acto homenaje a Reyna Diez no sólo nos permite conocer más sobre quién ha sido una mujer transgresora formada al calor de las luchas políticas del siglo XX, sino también para quienes somos parte de la comunidad académica de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, retomar el legado de una militante que ha podido plasmar su concepción de Universidad al servicio del pueblo en las reformas dadas durante su gestión como Decana de nuestra facultad, y ponerlas en diálogo con las actuales luchas en defensa de la educación pública que estamos dando todos los actores de la Universidad. Por último, permite vincular estas acciones con nuestro presente, un tiempo en el que la cuarta ola de feminismo apuesta a retomar figuras como las de Reyna Diez, mujer, madre de detenidxs y desaparecidos, docente, escritora y una mujer que ha trascendido en el escenario político de la lucha por los derechos humanos. “Todas las mujeres tienen que dar ese paso adelante, formarse una personalidad luchadora, fuerte y belicosa” Reyna Diez, 1972.

*Estudiante de la carrera del Profesorado de historia de la UNLP. Integrante del proyecto de voluntariado de la Casa Mariani-Teruggi de la FaHCE. Integrante de la Comisión por la Memoria, Recuerdo y Compromiso de la FaHCE.