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Usted está aquí: Inicio Números Número 10 Reseña de actividad: Homenajes en el marco del décimo aniversario de la tragedia de Cromañón. 30 de diciembre de 2014, Ciudad de Buenos Aires
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Reseña de actividad: Homenajes en el marco del décimo aniversario de la tragedia de Cromañón. 30 de diciembre de 2014, Ciudad de Buenos Aires

Aletheia, volumen 5, número 10, abril 2015. ISSN 1853-3701

Codaro/Reseñas en PDF

Laura Codaro*

UNLP

2015

La Plata, Argentina.

lauritacodaro@hotmail.com

 

El martes 30 de diciembre de 2014 se conmemoraron 10 años del incendio producido durante un recital de rock del grupo Callejeros, que se desarrolló en un local conocido popularmente como “Cromañón”, ubicado en el barrio de Balvanera (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Si bien se llevaron a cabo distintos actos recordando a los 194 fallecidos en la tragedia, en diferentes puntos del país y sobre todo en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, aquí se dará cuenta de los dos homenajes centrales que se realizaron de forma simultánea: por un lado, el que se inició en la Plaza de Mayo y culminó en el santuario que se encuentra a pocos metros del local; por otro lado, aquél que se realizó en la Plaza de la República, en el micro centro porteño.

El primer escenario de los homenajes fue la Plaza de Mayo, donde, pese al caluroso día, se congregaron padres y amigos de las víctimas fatales alrededor de las 10 de la mañana para compartir algunas charlas en torno a una radio abierta. Allí permanecieron durante gran parte de la jornada: hubo grupos musicales que tocaron en vivo, se mostraron fotografías y se pintaron remeras. Algunos integrantes del Frente de Artistas del Borda (FAB) pintaron unos cartones que luego colgaron en el vallado de la plaza, a cuyos alrededores arribó luego personal policial para interrumpir el tránsito. A las 18hs se dio inicio a la misa que organiza cada año el arzobispado de la Ciudad de Buenos Aires para recordar a los jóvenes fallecidos. Dichas celebraciones se caracterizan por conservar un ambiente pacífico donde prima el llanto y el desconsuelo, pero a la vez, se hacen visibles los sentidos gestos de cariño entre los familiares de los jóvenes, los sacerdotes, el personal del SAME, entre otros. Particularmente en esta última oportunidad, la homilía presidida por el cardenal Mario Aurelio Poli tuvo dos ejes centrales: por una parte, la distinción entre el dolor que sana y el dolor que agravia; por la otra, la esperanza después de Cromañón, materializada en los frutos de los sobrevivientes y de los familiares que pudieron salir adelante pese a la angustiante pérdida de un ser querido. Al finalizar, se procedió a la lectura de una emotiva carta enviada por el Papa Francisco –quien solía presidir estas celebraciones religiosas cuando era cardenal- recordando los primeros momentos difíciles recorriendo hospitales y animando a los padres a no bajar los brazos. Por último, los familiares acercaron en procesión al altar 194 velas encendidas que representaban a los jóvenes que murieron en el incendio. A medida de que la gente iba saliendo de la iglesia en cuyas puertas se repartían banderas negras con el pedido de “JUSTICIA”, comenzaba la gran concentración en Plaza de Mayo donde se vislumbraba la presencia del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), el Partido Comunista Revolucionario (PCR), el Partido Obrero, entre otras agrupaciones. A continuación, se leyó un documento en el que los padres recordaron estos 10 años de lucha y denunciaron la ausencia estatal que sigue ocasionando tragedias -entre ellas, destacaron el siniestro ferroviario de Once. Luego de la lectura de la lista de los 194 fallecidos y la mención de los padres que murieron en este período por enfermedades oncológicas y de los sobrevivientes que se suicidaron, al grito de “Los pibes de Cromañón, presentes. Ahora y siempre” se prepararon para marchar hacia la Plaza Miserere. Durante la manifestación, se distinguían los familiares, amigos y sobrevivientes que llevaban carteles y remeras que exponían los rostros de los jóvenes fallecidos, de los partidos políticos que los escoltaban generalmente cantando. 

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El santuario que se despliega en la calle Mitre entre Ecuador y Jean Jaures obstruye el paso vehicular desde la noche del incendio, aunque en el año 2012 se construyó un desvío en los terrenos del ferrocarril para habilitar la circulación. Con motivo del décimo aniversario se inauguró el paso peatonal que conduce a la puerta del local: allí se expuso una muestra con gigantografías denominada “Cromañón: Nunca Más. Las formas de la memoria” creada por las fotógrafas Leticia Bobbioni y Eugenia Verrastro con apoyo del Fondo Nacional de las Artes; se colocaron canteros y una fuente que recorre toda la calle; se pintaron nuevos murales, entre otras producciones conmemorativas. En la entrada del santuario se montó un escenario desde donde se realizó el cierre del acto que se inició en Plaza de Mayo. Si bien durante todo el día la gente se acercó a visitar ese espacio de memoria llevando fotografías, flores, rosarios o zapatillas, recién hacia la noche aumentó la concurrencia cuando llegó la movilización. Se presentó un grupo musical, se leyó otro texto en alusión al pedido de justicia y finalmente se dio lugar a una emotiva suelta de 194 globos blancos que rápidamente se agruparon en el cielo. Con aplausos, llanto y gestos de cariño se dio por clausurado allí el acto del décimo aniversario de la tragedia.

Otro espacio elegido para recordar el incendio del 30 de diciembre de 2004 fue la Plaza de la República que rodea al Obelisco. Desde las 19hs se reunió un gran número de jóvenes para compartir un homenaje organizado por “No nos cuenten Cromañón”, un grupo de sobrevivientes de la tragedia que apoya a los músicos imputados por el incendio e intenta concientizar a la sociedad de que Cromañón nos pasó a todos. En el mismo lugar donde se congregaron en otras oportunidades para pedir la excarcelación de los artistas, desplegaron una pantalla y armaron un escenario desde donde se leyó, en primer término, un comunicado que hizo hincapié en el pedido de justicia, en la inocencia de los músicos y en la responsabilidad de los empresarios y los funcionarios. Amén de los reclamos, el documento transmitió un mensaje optimista fundado en los logros y en las alegrías que surgieron tiempo después de la tragedia. Posteriormente, se leyó una profunda carta de Mercedes Blanco, la madre de un joven fallecido aquella noche y de una adolescente que sobrevivió, que solía acompañar la causa del grupo pero que no pudo hacerse presente en el evento.  

            Cabe señalar que en este acto participaron algunos de los miembros del grupo musical Callejeros, que se disgregó y se reinventó años más tarde. Por un lado, se proyectaron dos videos en los que se observaba a dos de los músicos agradeciendo el apoyo y exhortando a la búsqueda de la verdad y a la unión. En el momento final, uno de ellos se presentó en el escenario y junto a otros artistas del rock under –algunos de ellos sobrevivientes del incendio- entonaron una canción significativa compuesta meses después del siniestro: “Creo”. A su vez, estos y otros representantes de grupos reconocidos en el ambiente del rock – El Bordo, 1 segundo, La Caverna, Salta la Banca, entre otras-  cantaron en vivo sus propias canciones a lo largo del evento. De esta forma, es decir, a través de la música, diferentes artistas mostraron su apoyo hacia sus colegas y amigos y acompañaron el reclamo.

 

            Ambos actos conmemorativos que fueron registrados por diversos medios de comunicación presentes en los distintos lugares, contaron con una participación heterogénea y exhibieron propuestas variadas, en su mayoría vinculadas al arte. No obstante, puede notarse que en el primero participaron mayoritariamente familiares y amigos de los jóvenes fallecidos, además de algunos partidos políticos que se movilizaron, y que el segundo estuvo organizado por sobrevivientes y concurrieron numerosos adolescentes que forman parte del nuevo público del rock barrial que defiende a los músicos imputados. El hecho de que ambas conmemoraciones se realicen paralelamente respondió, al principio, a ciertas confrontaciones dentro del movimiento Cromañón pero en la actualidad representan, probablemente, dos formas distintas –no necesariamente opuestas- de recordar lo sucedido y reclamar justicia. 10 años después, éstos y otros homenajes permiten indagar en las memorias de Cromañón.  

 

 

* Profesora en Letras (UNLP) y estudiante avanzada del Profesorado en Francés y la Maestría en Historia y Memoria.

 

 

 

 

 

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