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Aletheia es una revista electrónica semestral sobre problemáticas de historia y memoria colectiva en torno al pasado reciente argentino y de las sociedades latinoamericanas, en sus aspectos sociales, económicos, políticos y culturales.

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Articulaciones y disputas simbólicas en las representaciones del Mausoleo Presidencial "Cuartel de la Montaña 4-F"

Aletheia, volumen 6, número 12, abril 2016. ISSN 1853-3701

Taguaruco/Artículos en PDF

Jhonatan Taguaruco*

Maestría en Historia y Memoria, Universidad Nacional de La Plata

La Plata, 2015

jatrivas@gmail.com

 

Resumen

Tras el fallecimiento del presidente venezolano Hugo Chávez, en el año 2013, el gobierno venezolano ha utilizado la figura líder revolucionario como eje de articulación para realizar trabajos de encuadramiento de la memoria en distintos espacios públicos del país. Lo anterior se ha traducido en la resignificación de lugares, acontecimientos, personajes y planteamientos políticos relacionados con la Revolución Bolivariana. El siguiente ensayo aborda al mausoleo presidencial "Cuartel de la Montaña 4-F" como objeto de estudio para analizar,a través de las representaciones simbólicas realizadas por los sectores civiles y militares que conviven dentro del chavismo, cómo son las relaciones de articulación y disputas de estos actores sociales en torno a la memoria de Chávez que cada uno construye actualmente.

 

Palabras claves: Cuartel de la Montaña 4-F; Mausoleo presidencial; Hugo Chávez; Revolución Bolivariana; Chavismo

 

Introducción

El 5 de marzo de 2013 fue el fallecimiento de Hugo Chávez, quien desde 1999 ocupó la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. Su sepelio se realizó en el "Cuartel de la Montaña 4F", una vieja edificación castrense que él utilizó como comando estratégico durante el 4 de febrero de 1992 para dirigir el fallido golpe de Estado contra el presidente socialdemócrata Carlos Andrés Pérez. Este acontecimiento, que se denominó historiográficamente como la "insurrección cívico-militar del 4F", le permitió a Chávez adquirir el reconocimiento público y la legitimidad política para salir electo presidente y dar inicio a la "Revolución Bolivariana", de allí la importancia que tiene este espacio dentro de la simbología y la historia del chavismo (1).   


                                                           

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Cuartel de la Montaña 4F

Archivo: Diario "Últimas Noticias"

 

 

El trabajo de encuadramiento realizado por el gobierno venezolano, al emplear este espacio para que fuese el mausoleo presidencial, influyó en la resignificación del lugar ya que se transformó al Cuartel en un sitio desde el que las distintas corrientes políticas y actores sociales que forman parte de la Revolución Bolivariana construyen y transmiten sentidos del pasado reciente utilizando para ello dispositivos tales como: bustos, fotografías y placas, entre otros soportes físicos, donde la figura de Chávez emerge como eje central de articulación. Lo anterior se entiende con palabras de Pollak quien afirma que "además de la producción de discursos organizados en torno a acontecimientos y a grandes personajes, los rastros de ese trabajo de encuadramiento son los objetos materiales: monumentos, museos, bibliotecas, etc." (2006: 27).

A partir de lo descrito el siguiente ensayo se plantea identificar, a través de los soportes físicos presentes en el lugar, cuáles son las principales articulaciones o disputas de memoria entabladas entre los sectores civiles-militares que participan en el "Cuartel de la Montaña 4F" y cuáles son los sentidos de identidad que allí se proyectan. De tal manera examinaremos los dispositivos materiales del mausoleo, delimitando nuestro objeto de estudio en dos áreas especificas: el salón principal (donde yace el féretro) y los espacios exteriores del Cuartel (fachada, cerca perimetral y áreas circundantes) (2). 

Antes de avanzar con la indagación propuesta consideramos necesario realizar una breve reseña del Cuartel y explicar cómo este espacio se transformó en mausoleo presidencial.

 

De Academia Militar a Mausoleo Presidencial

El Cuartel fue construido en 1906 por órdenes del presidente Cipriano Castro, desde su inauguración desempeñó múltiples actividades castrenses o estatales: primero fue sede de la Academia Militar y posteriormente del Ministerio de Defensa. A finales de la década del '70 por decreto presidencial fue declarado monumento nacional y pasó a ser el Museo Histórico Militar de Venezuela, por lo que comenzó a ser un espacio depositario de memorias, en este caso de la memoria estatal y de las instituciones marciales del país. A través de dicha designación el espacio dejó de tener importancia estratégica en cuanto inmueble militar y pasó a ocupar un lugar marginal dentro del conjunto de estructuras físicas de las Fuerzas Armadas (FFAA).

Esta edificación se encuentra en el sector La Planicie de la parroquia popular "23 de Enero", una de las zonas más pobres y politizadas de Caracas, desde allí se tiene dominio visual sobre sitios estratégicos de la capital venezolana, como por ejemplo: el Palacio de Miraflores, que es la sede del poder ejecutivo nacional. Esta ubicación social y geográficamente táctica influyó para que el 4 de febrero de 1992 Chávez, quien para entonces era Teniente Coronel de las Fuerzas Armadas y Comandante del Movimiento Bolivariano-200 (3), lo escogiera como comando operativo para dirigir la intentona golpista contra Carlos Andrés Pérez.

A partir de este acontecimiento el lugar no sufrió mayores cambios funcionales o simbólicos hasta que en 2002, siendo Chávez presidente, se le destinó a ser el Museo histórico de la Revolución Bolivariana y sede de la Milicia Nacional Bolivariana (4), asignándosele el nombre de "Cuartel de la Montaña 4F" (5) para conmemorar los diez años de la insurrección militar antes comentada. Esta denominación toponímica que actualmente goza de reconocimiento oficial y que desplazó otras maneras de llamar al Cuartel, inicialmente fue la forma con la que Chávez se refería personalmente al espacio, tal como observamos en una entrevista donde comentaba “los bloques del 23 de Enero (…) ahí está como condensado a nuestra espalda el alma de la ciudad, el alma de Caracas y arriba el cuartel de la montaña, tomando la frase de Neruda, de aquella realidad española. Yo casi todos los días en la mañana me asomo al balcón del pueblo o por allá por otra ventana y veo el cuartel de la montaña, así lo llamé para mí mismo” (en Rangel, 2012: 238. Las cursivas son nuestras).

Con todas estas modificaciones que el Cuartel ha experimentado en el tiempo, pensamos que en cuanto lugar de memoria allí se han desplegado lo que para Nora son los tres sentidos de la palabra "lugar", es decir, material, simbólico y funcional (2008: 32), puesto que nos encontramos ante un espacio físico, con significado político e histórico que desde su fundación ha sido empleado para desarrollar diversas actividades institucionales.

En el marco de estas reformas señaladas, el cambio más reciente data de 2013 cuando se convirtió en mausoleo presidencial, época en la que adquirió mayor importancia para la vida nacional y se afianzó como un espacio activador de memorias claramente relacionadas con el chavismo, es decir, los recuerdos que se proyectan en este lugar no son neutrales sino que están ampliamente alineados con una doctrina política. Este aspecto lo comprendemos como una dinámica donde "el pasado se marca en los lugares de referencia históricos concretos, cada lugar tiene su perfil temático bien específico que le confiere una referencia de contenido inconfundible" (Camphausen, 2010: 76, las cursivas son nuestras).

Con lo expuesto hasta ahora se advierte que no es un hecho casual que el Cuartel haya sido el lugar escogido para alojar los restos de Chávez. Este aspecto se explica con palabras de Bonekämper cuando plantea que "lo que hay que recordar ha sucedido allí, o por lo menos está muy vinculado con el lugar de algún otro modo. Es decir, los lugares no están elegidos arbitrariamente y tampoco se los puede deselegir. Tienen un vinculo que es topográfico, pero también histórico y social y de ellos parten vínculos sociales" (2010: 29. Las cursivas son nuestras). De tal manera, pensamos que los vínculos sociales a los que se refiere esta autora se reflejan en la dinámica del Cuartel a través de las relaciones entre los sectores civiles y militares, vinculación en donde consideramos que existen procesos de articulación, pero también de disputas en torno al recuerdo de Chávez que cada uno pretende construir.

A continuación, analizaremos los espacios físicos del Cuartel que hemos delimitado como objeto de estudio para examinar las formas en que diversos actores sociales recuerdan a Chávez.

 

El salón principal. Lo oficial e institucional

El dispositivo central de este espacio es la obra de arquitectura conocida como la "Flor de los Cuatro Elementos". En su elaboración se emplearon materiales nacionales que simbolizan el fuego, el viento, la tierra y el agua para representar respectivamente según su creador, Fruto Vivas, la intensidad, la libertad y la firmeza de los ideales del presidente, además del amor del pueblo que lo rodeaba, siendo esto una forma de emular la metáfora del 4-F como el renacer de la patria. Por medio de esta construcción simbólica se percibe el intento de despojar de contenidos fúnebres o fatalistas al fallecimiento del presidente puesto que se utiliza al sepelio  como sinónimo de siembra y a la flor como analogía de la vida, partiendo de la idea de que aquello que está sembrado, florece y garantiza cosechas futuras.

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Flor de los Cuatro Elementos

Archivo: Diario "Últimas Noticias".

 

Por otra parte consideramos que los ocho pétalos principales que componen la Flor son una referencia a las ocho estrellas de la bandera nacional y refuerzan simbólicamente el vínculo que Chávez tenía con esta. Para entender este nexo debemos comentar que la idea de incluir una octava estrella a la bandera originalmente fue una orden dictada por Bolívar en 1817, como un acto de reconocimiento a la provincia Guayana que fue una de las regiones que en 1810 se rebeló contra el imperio español durante los levantamientos que desencadenaron la independencia venezolana. Sin embargo tras la disolución de la Gran Colombia (1830) la bandera de ocho estrellas quedó en desuso hasta que en 2006, por propuesta de Chávez, este símbolo patrio retomó el decreto del Libertador y volvió a lucir las ocho estrellas, que ya no se reflejan solo en la bandera sino también en la cantidad de pétalos principales que luce la Flor de los Cuatro Elementos.

Sobre dicho monumento se encuentra ubicado el sarcófago con los restos del presidente. El mismo cuenta con dos placas de identificación: una en la parte superior donde aparece el fragmento de un discurso en el que Chávez le propone al pueblo venezolano continuar luchando por el socialismo y que finaliza sentenciando que "en ello, yo, soldado tuyo, pueblo mío y amado, pongo todo mi corazón venezolano" (las cursivas son nuestras). Por otro lado, en la placa más visible, en compañía de una bandera de Venezuela tallada sobre el mármol, se indican las fechas de nacimiento-fallecimiento y se lo designa "Comandante Supremo" de la Revolución Bolivariana. A través de estos elementos consideramos que se proyecta la reafirmación del carácter militar de Chávez, puesto que en una placa se enuncia una cita en la que él se asume como soldado y en la otra se le otorga el calificativo de "Comandante Supremo", siendo esto una manera de enaltecer su figura a través de los códigos y lenguajes propios del mundo militar, confiriéndole simbólicamente un rango superior e inexistente en las cadenas tradicionales de mando.  

Otro aspecto resaltante del salón principal es que el sarcófago está escoltado por soldados de la Guardia de Honor Presidencial portando el traje ceremonial de la "Compañía de los Húsares de Bolívar" quienes fueron el cuerpo militar encargado de proteger la vida del Libertador. Para entender el contenido simbólico que subyace en este dispositivo es importante señalar dos elementos: primero que la función principal de la Guardia de Honor Presidencial es proteger al presidente o presidenta de la republica, la protección que ellos brindan cesa una vez finalizado el respectivo mandato presidencial y segundo que actualmente dicho organismo también custodia con el mismo protocolo ritual, vistiendo el traje de los Húsares, otros dos lugares del país: en el Arco de Carabobo, que es el monumento conmemorativo de la batalla donde los colonizadores españoles fueron derrotados definitivamente en Venezuela, y en el Panteón Nacional a los restos de Simón Bolívar. De esta forma consideramos que la puesta en escena de tales personajes constituye una teatralización en la que simbólicamente se proyecta la continuidad de Chávez como presidente de la república y además se equipara su imagen con personajes y episodios fundacionales de Venezuela, es decir, se movilizan memorias nacionales para instalar la idea de que su accionar político tuvo el mismo rol fundante que otros acontecimientos históricos. Dicho aspecto lo entendemos partiendo de que "la memoria es capaz también de producir, al margen o a partir de la realidad que remodela, la emergencia de un mito - un personaje ideal-, de un héroe" (Cuesta, 1998: 208. Las cursivas son de la autora).

Otro elemento en el que se evidencia la equiparación del presidente con personajes históricos lo encontramos en la forma que la Flor de los Cuatros Elementos se interrelaciona con los demás dispositivos presentes en el salón principal. En tal sentido señalamos que a través de este monumento se amplía la definición que Chávez realizó de su proyecto político al definirlo como un movimiento donde se unifican los planteamientos internacionalistas de Simón Bolívar, la doctrina pedagógica de Simón Rodríguez (maestro del Libertador) y el pensamiento campesino de Ezequiel Zamora, para lo que usó la metáfora de que el Chavismo es un "Árbol de tres raíces" (una por cada personaje). Es así que cuando en el Salón principal el féretro de Chávez, colocado en el centro, converge con los bustos de Zamora y Rodríguez ubicados a los costados y con la fotografía de Bolívar que yace en el fondo (6), se resignifica la metáfora del árbol de las tres raíces, que transmuta en la Flor de los Cuatro Elementos con la incorporación de Chávez a la figura de estos tres próceres de la patria.

Es importante acotar que el día de la muerte de Chávez se difundió a través de los medios de comunicación que el gobierno tenía la intención de sepultarlo en el Panteón Nacional junto a Simón Bolívar. Sin embargo, esta pretensión no pudo cumplirse ya que la Constitución establece que deben pasar veinticinco años desde el fallecimiento de un personaje para que la Asamblea Nacional pueda discutir si esta persona reúne los méritos necesarios para ingresar al Panteón. A pesar de esto, en la escena construida en el Cuartel se aprecia cómo se efectuó por otros medios la representación simbólica del acompañamiento de Bolívar y demás personajes históricos a la figura de Chávez.

Por otra parte, encontramos que en el salón se exhiben tres imágenes de Chávez, en dos de ellas aparece vistiendo la boina roja y el traje militar y en la otra una indumentaria no castrense. Pensamos que con esta última imagen se incorpora en la escena alusiones a facetas civiles o no institucionales, sin embargo, es evidente que lo militar nunca deja de ser el rasgo preponderante de las representaciones y que cuando lo civil aparece lo hace de forma subordinada. Esta situación se puede explicar con palabras de Candau como la consecuencia de "procesos dinámicos de inclusión y de exclusión de los diferentes actores que elaboran estrategias de designación y de atribución de características identitarias reales o ficticias, recursos simbólicos movilizados en detrimento de otros, provisoria o definitivamente desechados" (2008: 24. Las cursivas son nuestras).

En la siguiente foto se muestra retratado el Salón principal, con la Flor de los Cuatro Elementos en compañía de los Húsares que custodian el féretro y las fotos de Bolívar y de Chávez comentadas:

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Archivo: KristhianZacarias.

 

Finalmente, concluiremos resaltando que la elaboración de esta escena estuvo bajo responsabilidad del Estado y de las instituciones que tienen a su cargo el resguardo del Cuartel de la Montaña. En tal sentido la memoria construída en este espacio es una memoria de carácter oficial que refleja la forma en que el gobierno nacional pretende recordar al presidente fallecido. Este aspecto lo comprendemos partiendo de que "los gobiernos y los poderes públicos no dejan de ser imponentes máquinas de memoria o de olvido institucionalizado, decretando el recuerdo, el olvido, la amnistía (...) desde los nombres de las calles, el calendario, los homenajes o las honras fúnebres a personajes" (Cuesta, 1998: 209. Las cursivas son nuestras).

Por último, aunque no forma parte de nuestro ensayo analizar las actividades que se realizan en este sitio, consideramos importante indicar que, tanto para el gobierno nacional como para los sectores que se identifican con el chavismo, esta área del Cuartel ha sido un espacio donde además de rendir homenaje a la memoria de Chávez a través de los actos conmemorativos, se realizan otros eventos como por ejemplo: debates políticos, jornadas artístico-culturales y encuentros de movimientos sociales, entre otras actividades similares en las que se usa la presencia simbólica de Chávez. 

 

Fachada y espacios perimetrales. Lo popular y espontáneo

 

Si en lo analizado del Salón principal encontramos la representación de la institucionalidad estatal, en las zonas exteriores y áreas circundantes al Cuartel hallaremos diversos dispositivos que la población civil utiliza para construir sus formas de recordar a Chávez.

En ese sentido señalamos que uno de los primeros elementos que se divisan al llegar a las adyacencias del Cuartel es una capilla denominada "Santo Hugo Chávez del 23", la misma se encuentra en el inicio de la senda peatonal denominada "Bulevar de la Dignidad" que conecta a la entrada principal del Cuartel con la calle de acceso más cercana. Dicha capilla fue construida espontáneamente por vecinos del barrio para tener un lugar donde colocar las flores y ofrendas que son llevadas por los visitantes del mausoleo, pero que por disposición de la seguridad del recinto son objetos que no pueden ingresar al Cuartel. En este contexto es importante ver cómo la restricción institucional de no permitir el ingreso de flores al Cuartel y la necesidad del pueblo creyente de contar con lugar para cumplir este aspecto simbólico de los actos fúnebres generó el surgimiento de un dispositivo que, a pesar de ser un espacio pequeño que no supera los 15 mtrs², se constituyó en referencia y punto de encuentro para que los visitantes del Cuartel efectúen rituales religiosos, conmemoraciones y demás ceremonias propias de un sitio de esta naturaleza tales como: misas, rezos y jornadas de peregrinación, donde acuden los devotos religiosos que llegan a pedirle favores o pagarle alguna promesa al nuevo santo del 23 de Enero.

Este dispositivo, al ser un espacio erigido a través de la participación popular, pone de manifiesto que los sentidos allí presentes además de renovarse constantemente son de carácter heterogéneo ya que en su construcción intervienen quienes deseen acercarse de manera voluntaria a dejar algún objeto físico como forma de recuerdo, marcando así la ausencia de los protocolos formales e institucionales que rigen la dinámica interna del Cuartel. A partir de lo anterior comprendemos porqué en la Capilla la figura de Chávez coexiste con dispositivos religiosos tales como: crucifijos, rosarios y estampillas, entre otros elementos de la misma índole, así como también con banderines de diferentes países, pañuelos de organizaciones políticas, fotografías personales y dibujos infantiles, entre otros aspectos, donde el dispositivo central es un afiche ubicado al fondo en el que aparece Chávez, con traje militar haciendo el saludo marcial, junto a la representación de Jesús de Nazaret cargando la cruz y  la inscripción "¡Dios con nosotros! ¿Quién contra nosotros?".

De la forma en que Chávez es recordado en este espacio podemos comentar que expresa una construcción simbólica donde las creencias religiosas del pueblo venezolano se movilizan en función de atribuirle un carácter divino al presidente; lo que también sirve para dar cuenta de una percepción mesiánica de Chávez por parte de algunos sectores populares que se identifican con el chavismo. En la siguiente foto aparecen los elementos comentados de la capilla, donde la informalidad que envuelve al lugar se refleja a través de una señora del barrio que riega las plantas del espacio:

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Archivo: EFE

Por otro lado, de los dispositivos circundantes al Cuartel resaltan los murales pintados en la cerca perimetral a un costado del bulevar de la dignidad. En el más grande de ellos, que fue realizado por movimientos de muralistas populares, aparecen entremezclados junto a las inscripciones "4-F" y "Patria", la figura de Bolívar, Chávez y Sabino Romero. Este último personaje fue un Cacique de la etnia Yukpa asesinado en marzo de 2013 por la disputa territorial que mantenía con hacendados que ocupan ilegítimamente las tierras indígenas en el Estado Zulia, al occidente del país. En su momento diversos movimientos de base del chavismo denunciaron incompetencia por parte del Estado ya que al no intervenir permitió tal desenlace de la situación, de tal manera la figura de Sabino se ha convertido en una referencia incómoda para ciertos sectores del gobierno venezolano. La composición de esta obra simboliza una manera de usar estratégicamente los iconos del gobierno nacional (las imágenes de Chávez y de Bolívar) y a la vez reivindicar al líder indígena cuya figura no es rescatada por el Estado venezolano en las representaciones internas del Cuartel. De igual forma resalta que en la representación realizada de Chávez en este mural no se distingue alguna faceta civil o militar puesto que su rostro aparece envuelto por una silueta de Latinoamérica, por la bandera de Venezuela y la Whipala de los pueblos originarios de América Latina. 

En la siguiente foto podemos observar en una perspectiva panorámica, el mural analizado:

 

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Archivo: JhonatanTaguaruco

 

Otros elementos presentes en los espacios circundantes son las inscripciones o esculturas alusivas a la insurrección militar del '92. Las mismas están incorporadas a la estructura del Cuartel como parte constitutiva de la edificación y, a diferencia del mural y de los dispositivos dispuestos en la Capilla, representan marcas permanentes. En total se registran cuatro iconografías: las dos primeras son rótulos del "4-F" que se encuentran en la fachada frontal y son marcas que resultan visibles desde cualquier lugar de la ciudad donde se divise al Cuartel; las otras dos se encuentran ubicadas en la entrada principal, una es una antorcha conmemorativa con una placa que contiene la inscripción "El amanecer de una esperanza. 4 de febrero de 1992" y la otra es nuevamente un rótulo del "4-F". Aunque son marcas que fueron colocadas en el contexto de las conmemoraciones de los diez años de la insurrección, es decir, antes de que el Cuartel fuese convertido en mausoleo presidencial, es evidente que tanto en el interior como en lo exterior, las alusiones militares son rasgos simbólicamente preponderantes y que es una construcción de sentidos cerradas hegemonizada por el Estado.

Para tener una idea de la centralidad visual que ocupan las referencias al 4-F en la siguiente imagen que corresponde a una movilización de militantes chavistas, se muestra una panorámica del Cuartel y los barrios caraqueños donde destaca la presencia de las inscripciones comentadas.

  

 

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Archivo: www.aporrea.org

 

Palabras finales

Para concluir nos interesa reflexionar los aspectos que emergen a partir de nuestro análisis de los espacios del Cuartel. En primer lugar destacamos que las representaciones de Chávez realizada por la institucionalidad y por los sectores populares constituyen "maneras en que actores oficiales y no oficiales tratan de dar materialidad a la memoria" (Jelin, 2002: 54). En ese sentido la materialidad está expresada a través de los dispositivos físicos empleados en el proceso de encuadramiento de la memoria que se lleva a cabo en el mausoleo presidencial.

Por otra parte, observamos que en la escenificación construida en el Cuartel aparecen los tres aspectos que Pollak define como elementos constitutivos de la memoria, los cuales son: acontecimientos, lugares y personas o personajes (2006: 35). En el caso de nuestro objeto de estudio tales elementos constitutivos, que forman parte del espacio y tiempo de la sociedad venezolana actual, están reflejados en la insurrección del 4-F y la muerte de Chávez, en cuanto principales acontecimientos que se recuerdan; en el rol que del Cuartel de la Montaña en cuanto lugar y por último en los personajes que se traen a colación: el de Chávez, fundamentalmente, pero también el de los próceres de la independencia del país.

De igual forma, pensamos que la resignificación del Cuartel que, a partir del fallecimiento de Chávez pasó a ocupar un lugar central en la dinámica política actual de Venezuela y en la memoria colectiva de quienes integran la Revolución Bolivariana, pone de manifiesto lo planteado por Halbwachs cuando afirma que "un acontecimiento muy grave acarrea siempre un cambio de la relación del grupo con él [el lugar], ya sea porque modifica el grupo en toda su amplitud, por ejemplo, una muerte (...) a partir de este momento, ya no será exactamente el mismo grupo, ni la misma memoria colectiva; pero, a la vez, el entorno material tampoco será el mismo" (2004: 134. Las cursivas son nuestras).

En otro orden de ideas consideramos que los dispositivos del Cuartel analizados en este ensayo dialogan entre sí puesto que asumen la figura de Chávez como eje de articulación, que están interconectados en un mismo espacio físico en función de conmemorar al presidente fallecido y que representan operaciones de monumentalización por parte de actores oficiales y de sectores civiles en donde, sin embargo, termina por imponerse el sentido de memoria que el Estado construye, lo cual comprobamos a partir de la desproporcionalidad de representaciones de la faceta militar de Chávez y del peso que juegan los elementos físicos colocados por el gobierno nacional.

Finalmente, entendiendo de que en toda construcción de memoria se utiliza el pasado en función del presente, caracterizamos que estas disputas y articulaciones de las representaciones de lo cívico y lo militar en el Cuartel de la Montaña obedecen a la coyuntura política que empezó a transitar Venezuela tras el fallecimiento de Chávez. Una explicación posible de esta dinámica es que la muerte de Chávez activó una crisis al interior del chavismo, en donde los sectores militares han avanzado sobre los sectores civiles respecto a la conducción del movimiento político, en este contexto, la disputa y apropiación de la figura de Chávez por parte de los militares en la escena del Cuartel viene a ser un elemento que da cuenta de dicha tensión. Este aspecto pensamos retomarlo en una investigación más amplia que tome en cuenta los actos conmemorativos y los cambios que desde el 2013 al presente ha atravesado el Cuartel de la Montaña 4-F en cuanto mausoleo presidencial.

 

Bibliografía

Bonekämper, Gabi. 2010. Topografías del recuerdo y colectivos de la memoria. En: P. Birle, V. Carnovale, E. Gryglewski y E. Schindel (Eds.) Memorias urbanas en diálogo: Berlín y Buenos Aires (pp.27-37). Buenos Aires: Heinrich BöllStiftung Cono Sur

Camphausen, Gabriele.2010. Monumentos y memoriales: desafíos y experiencias. Lugares de memoria en Berlín. En: P. Birle, V. Carnovale, E. Gryglewski y E. Schindel (Eds.) Memorias urbanas en diálogo: Berlín y Buenos Aires (pp.71-83). Buenos Aires: Heinrich BöllStiftung Cono Sur

Candau, Jöel. 2008. Memoria e identidad. Buenos Aires: Del Sol.

Cuesta Bustillo, Josefina. 1998. Memoria e historia. Un estado de la cuestión. En J. Cuesta Bustillo (Ed.) Memoria e historia (pp. 203-246). Madrid: Marcial Pons.

Halbwachs, Maurice. 2004. La memoria colectiva. Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza.

Jelin, Elizabeth. 2002. Los trabajos de la memoria. Madrid: Siglo XXI editores.

Nora, Pierre. 2008. Les lieux de mémoire. Montevideo: Trilce.

Pollak, Michael. 2006. Memoria, olvido, silencio. La producción social de identidades frente a situaciones límites. La Plata: Ediciones Al Margen.

Rangel, José Vicente. 2012. De Yare a Miraflores el mismo subversivo. Entrevistas al comandante Hugo Chávez Frías. (1992-2012). Caracas: Ediciones Correo del Orinoco.

 

Notas

(1) En lo sucesivo emplearemos los términos "chavismo" o "Revolución Bolivariana" para referirnos al mismo proceso político.

(2) Este ensayo constituye un primer acercamiento al Cuartel en cuanto objeto de estudio y de ninguna manera es un tema acabado. De tal manera somos conscientes de la necesidad de profundizar en posteriores investigaciones otras dimensiones donde se analicen con mayor detalle los sentidos de memoria que construyen los diferentes actores sociales del chavismo y se establezca un marco temporal para ver cómo estos sentidos cambian en el tiempo.

(3) Movimiento político clandestino que nació al interior de las Fuerzas Armadas; se le llamó de esta manera por haberse creado en 1983, a 200 años del natalicio del Libertador Simón Bolívar.

(4) La Milicia Bolivariana está compuesta por civiles y militares en retiro quienes constituyen un cuerpo de reserva de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

(5) Desde que se le asignó el nombre de "Cuartel de la Montaña 4-F" los actores oficiales se referían a este espacio no solo de esta manera sino también por cualquiera de las otras variantes toponímicas del lugar, como por ejemplo, "Cuartel Cipriano Castro" o "Museo Histórico Militar". Sin embargo, percibimos que tras la muerte de Chávez ha prevalecido la denominación que hace alusión al 4-F.

(6) En la fotografía de Bolívar colocada en el salón principal se da otra disputa de representaciones, puesto que la misma corresponde a la imagen publicada en el 2012 por el gobierno nacional tras haberle realizado estudios científico-forenses al cráneo del Libertador. Los mismos arrojaron como resultado una imagen de Bolívar distinta a la que había sido instaurada tradicionalmente, en ella aparece el Libertador con una nariz más gruesa y con un tono de piel ligeramente más oscuro, es decir, con rasgos más mestizos y menos europeos.

 

*Licenciado en Educación mención Ciencias Sociales, egresado de la Universidad de Carabobo (Venezuela). Ha dictado cursos en los programas educativos "Misión Ribas", "Misión Sucre" y en la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas de Venezuela (UNEFA); de igual forma ha participado en proyectos de educación popular no-formal impulsados por organizaciones políticas y sociales de su país. Actualmente es beneficiario del programa de becas "Roberto Carri para estudiantes latinoamericanos" del Ministerio de Educación de la Nación (Argentina), para cursar la Maestría en Historia y Memoria, en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

 

 

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