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Reseña del libro De minifaldas, militancias y revoluciones. Exploraciones sobre los 70 en la Argentina de Andújar, Andrea y Otras (Comp.)*

Aletheia, vol. 1, número 2, mayo 2011. ISSN 1853-3701

Reseña/ Gorza en PDF

 

Anabella Gorza**

IDIHCS, FAHCE-UNLP / CIC

La Plata, Argentina. 2011

anabellagorza@yahoo.com.ar

 

 

                             Imagen - Reseña Gorza

De minifaldas, militancias y revoluciones. Exploraciones sobre los 70 en Argentina es una compilación en la que confluyen dos tendencias que han tenido un importante desarrollo a lo largo de la década: los estudios de género y las investigaciones sobre la militancia política de los años setenta. Varias autoras abordan, con diferentes enfoques, las implicancias de género que atravesaron la militancia política de esos años, la represión estatal, las resistencias a esa represión y las prácticas del exilio. También son analizados aspectos de la vida cotidiana, del arte, de los medios de comunicación y producciones culturales masivas, que estuvieron afectados por cambios en las relaciones y representaciones de género, en un contexto de participación política de la juventud.

El libro se divide en tres partes. En la primera de ellas, el foco está centrado en la intervención de las mujeres en las organizaciones políticas y guerrilleras de los años setenta. El primero de los capítulos, de Marta Vasallo, analiza las concepciones que las ex militantes construyeron sobre la participación política en esa época, luego de adscribir al feminismo en los ochenta. Las mujeres interpretan la militancia en ambos espacios como dos esferas incompatibles de sus vidas, a diferencia de otros países de Latinoamérica dónde la militancia en dichas organizaciones ha sido concebida como una instancia necesaria para su posterior llegada al feminismo. Este trabajo se basa en fuentes de segunda mano, y está planteado como un debate con otras publicaciones

En el segundo capítulo, Karin Grammático analiza diarios y revistas políticas de la época y diferencia el discurso de las viejas militantes peronistas y el de Isabel Perón, marcados por concepciones de género tradicionales, y el de las militantes de la juventud, que no reparaba en cuestiones de género pero sí reivindicaba la lucha revolucionaria. Se plantean interrogantes interesantes, aunque no se desarrollan respuestas, tales como si esas representaciones de género se correspondían con la práctica y qué aspectos unían a estas militantes con trayectorias tan diferentes.

El capítulo tres, de Claudia F. Touris trabaja con las imágenes que habrían jugado un rol importante en la representación que las religiosas tercermundistas hicieron sobre su práctica política. La argumentación, al igual que las fuentes utilizadas, entrevistas propias y de segunda mano a protagonistas de la época, no llega a dar cuenta del uso de esas. Sin embargo, introduce la interesante problemática de la imposibilidad de estas mujeres para concebir su actividad como política y reconocerse como integrantes del movimiento religioso tercermundista. Así, desde una perspectiva de género, este trabajo se presenta novedoso por la elección de su tema y porque introduce una nueva mirada sobre el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, al hacer visible la acción femenina en ese movimiento.

El último de los capítulos de esta sección fue escrito por Luciana Seminara y Cristina Viano. Se basa en las entrevistas a dos ex militantes de los setenta con actual participación en el feminismo. Así, vuelve a plantearse la problemática acerca de la relación entre estas dos formas de militancia, con una tercera variante, la relación entre las mujeres y el uso de las armas. Con una argumentación clara y coherente, el artículo evidencia la influencia de la participación actual en el feminismo en la resignificación del pasado militante y cómo el recuerdo de ese pasado está atravesado por implicancias de género.

La segunda parte del libro se centra en la represión estatal. En el primer capítulo de esta sección, Débora D’Antonio, dirige su atención a un espacio represivo de los setenta poco explorado, como eran las cárceles legales de presos políticos. Además se rescatan las prácticas de resistencia. Ambas acciones estuvieron caracterizadas por connotaciones de género. Su análisis se apoya sobre entrevistas de segunda mano a ex presos políticos y sobre la legislación penal de la época. Aunque incurre en algunos esencialismos, es interesante el lugar que otorga a la agencia de los sujetos y la continuidad que observa entre las prácticas de resistencia y las actividades previas de militancia.

Laura Rodríguez Agüero escribe el sexto capítulo que compone esta compilación. El artículo se enfoca sobre un tema que no es central en los estudios sobre los setenta: la represión sufrida por prostitutas de manos de la Triple A. Si bien el tema es prometedor, el artículo se limita a proporcionar datos contextuales extraídos de fuentes secundarias y la evidencia que presenta, una entrevista a una testigo, no logra dar cuenta de sus afirmaciones. Por otro lado, la pretensión de poner en juego el género y la clase hace que, sin quedar claro, el argumento oscile entre si dicha represión estuvo motivada por una u otra dimensión.

El artículo de Marina Franco representa el último capítulo de esta sección. Mediante el análisis de entrevistas a exiliados políticos en Francia, la autora se propone indagar hasta qué punto las relaciones de género fueron modificadas en el nuevo contexto. Una vez más, se discute la relación entre las ex militantes del setenta y el feminismo. La autora concluye que dicha tradición tuvo poca influencia en la transformación de las relaciones de género de las parejas exiliadas y que dichos cambios estuvieron más influenciados por las nuevas condiciones que imponía el exilio a nivel de lo cotidiano. La argumentación de lo privado – público es sinuosa, pero el artículo invita a pensar las relaciones entre la militancia de los setenta, el exilio y el feminismo, discutiendo con quienes sobreestiman el protagonismo de este último.

En la última parte de esta compilación, la observación está puesta en los cambios en las relaciones y representaciones de género que se dieron en la vida cotidiana, en relación con los medios de comunicación masivos y productos culturales de consumo. En el primer capítulo, Andrea Andújar analiza las relaciones afectivas de pareja en las organizaciones político militares de los años sesenta y setenta. Para ello examina escritos de militantes y entrevistas de segunda mano que contrasta con el análisis de la trama de una exitosa novela de la época y de las letras de rock nacional. La autora concluye que estos espacios estaban atravesados por contradicciones: fueron desafiados los roles de género tradicionales, pero sobrevivieron y se siguieron reproduciendo muchas prácticas y representaciones tradicionales. Se intenta establecer un continuo entre las novelas, el rock y los militantes como consumidores de esos bienes culturales; sin embargo, las relaciones entre estas tres instancias no están del todo claras.

En el noveno capítulo, Isabella Cosse plantea la consolidación de un nuevo modelo femenino basado en el ideal de la “mujer liberada” por oposición al modelo de la domesticidad. La imposición de dicho modelo no estuvo exenta de matices entre diferentes sectores de la sociedad. Se abordan revistas dedicadas a las vanguardias, que aceptaron plenamente el modelo, y otras destinadas a mujeres de sectores medios, que lo rechazaron o lo aceptaron combinándolo con elementos que pervivían del modelo de la domesticidad. El artículo muestra las diferentes posiciones que tomaron las publicaciones; aunque, en algunos momentos se extrapolan las posturas de estas revistas al sector social al cual estaban destinadas.

En el capítulo diez, Rebekah E. Pite, trabaja con diferentes fuentes (un programa de televisión, libros de cocina, revistas, artículos periodísticos y entrevistas) para observar las estrategias que la reconocida cocinera Doña Petrona implementó para no quedar desactualizada frente a los cambios en los roles de género que se iban sucediendo en la sociedad; aunque siempre mantuvo una postura conservadora que era funcional al modelo de mujer defendido por la última dictadura militar. Es interesante el simbolismo otorgado a la comida y a lo culinario en tanto invocan diferentes imágenes de mujer.

Por su parte, el último capítulo representa una ruptura con el resto de la sección. Aquí el objeto de estudio es el arte culto. La autora, María Laura Rosa, desde la historia del arte se propone indagar la imagen de los desaparecidos a través de la obra de una reconocida artista plástica. Sus fuentes están constituidas por una entrevista a la artista y por sus obras. De esta manera, Rosa va reflexionando sobre la posibilidad de reconstruir el pasado a través del arte, y se propone hacer visible el arte político.

Para concluir, en la obra se reflexiona sobre ciertas problemáticas que atraviesan los años setenta. Una serie de relatos sobre esos años son desmitificados, para brindar un panorama complejo y heterogéneo. La introducción de la variable género nos aporta una nueva mirada sobre las organizaciones político militares de la época, matizando la imagen que se ha construido sobre ellas como disruptoras de los modelos de género tradicionales. El exilio aparece como un espacio apropiado para analizar las representaciones que las militantes construyeron sobre su participación política previa y las relaciones entre esa militancia y el feminismo, habiendo tenido éste poca incidencia en la transformación de las relaciones y representaciones de género de ex militantes. En general, se hace hincapié en las influencias del vivir cotidiano en dicha transformación. Por último, los cambios en las relaciones y roles de género son analizados en base a los medios de comunicación y bienes culturales masivos, lo que lleva a descubrir las limitaciones y contradicciones que dichos cambios implicaron. De minifaldas, militancias y revoluciones nos ofrece nuevos interrogantes y nuevas claves para pensar la década del setenta en Argentina.

 

 

* Andújar, Andrea y Otras (Comp.); De minifaldas, militancias y revoluciones. Exploraciones sobre los 70 en la Argentina, Buenos Aires, Ediciones Luxemburg, 2009.

 

* *Reseña biográfica del autor: Anabella Gorza. Profesora en Historia - Doctoranda en Historia (FAHCE-UNLP). Miembro del Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Género (CINIG). Becaria Doctoral de CIC. Título del proyecto de tesis doctoral: La resistencia peronista en clave de género (1955 – 1960). Directora de Tesis: Adriana Valobra. Sus investigaciones se inscriben en la línea de la historia de las mujeres y la perspectiva de género, relacionando ambas perspectivas con la historia política y social.

 

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