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La construcción de la memoria de los combatientes de Malvinas en torno al 30° aniversario de la guerra

Aletheia, volumen 3, número 6, julio 2013. ISSN 1853-3701

Arias en PDF/Artículos

Alejandra Inés Arias*

Universidad Católica de Córdoba.

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales

2013

Córdoba Capital, Córdoba, Argentina.

alearias_1403@hotmail.com

Resumen

 

            La presente investigación procura abordar la construcción de la memoria y la identidad de los combatientes de Malvinas en torno al 30° aniversario de la guerra. A tal fin, se abordan dos objetivos específicos. En primer lugar, describir el marco social en el que se desarrolla el trabajo de la memoria de los combatientes de Malvinas. Para esto se realizó una sintética investigación documental de los artículos relacionados a la cuestión Malvinas que salieron publicados en La Voz del Interior el 2 de abril de 2012. El segundo objetivo específico consiste en identificar los hechos más relevantes que enuncian los combatientes en torno de los cuales construyen sus memorias individuales. Para ello se realizaron entrevistas en profundidad a los combatientes que también fueron interpretadas con análisis de contenido cualitativo, con una interacción entre categorías referenciales teóricas, y principalmente, aquéllas que emergían del campo. Entre las primeras, concretamente los hitos podían ser: personas o personajes, acontecimientos o fechas y lugares. Particularmente, se expondrán los ejes metodológicos que   posibilitan aproximarse al tema de la memoria en general, y de este caso en particular.

           

Palabras claves: memoria – identidad – Malvinas – veteranos

 

Introducción

 

            El 14 de junio de 1982, se produjo el cese de fuego del conflicto comenzado el 2 de abril de ese mismo año, entre Argentina y el Reino Unido por la soberanía sobre las Islas Malvinas. Tras la rendición de las Fuerzas Armadas Argentinas, los soldados regresaron al continente: “la vuelta a casa en la posguerra fue bajo el signo de la indiferencia social, el olvido impuesto por los militares y el silencio” (Rouillet, 2008). Algunos autores se refieren a este proceso como desmalvinización, entendiéndolo como “la necesidad de 'olvidar' Malvinas, la guerra, y por extensión, la defensa de la soberanía, los intereses nacionales, y a los protagonistas mayoritarios del conflicto: los jóvenes conscriptos recientemente desmovilizados” (Lorenz, 2009: 2).

            Sin embargo, éstos no se han resignado al olvido ya que, como afirma Elizabeth Jelin, “la memoria es obstinada, no se resigna a quedar en el pasado, insiste en su presencia.” (2002: 2). Por el contrario, optaron por mantener su historia vigente, abogando por una reivindicación. En efecto, los combatientes de Malvinas se fueron posicionando como una nueva generación “por esta falta de reconocimiento recíproco, los chicos [de Malvinas] se han sustraído de la filiación y han presentado a la suya como una generación autocontenida y auto-referenciada, separada de una sociedad superficial” (Guber, 2004 citado en Vázquez, 2004: 2).

            La pertinencia social de investigación reside en la necesidad de escuchar voces que han sido calladas por treinta años. Es preciso realizar aportes desde el campo científico donde se le dé lugar a las voces de los protagonistas. Voces que profundicen el proceso de malvinización, que abandonen el silencio de los militares, de la sociedad, de los gobiernos democráticos. Los mismos que en el acto del 2 de abril son llamados “héroes” son olvidados el resto del año. Olvidados tanto en términos simbólicos, de valorización, y en términos materiales, con los reconocimientos de los gobiernos provinciales y nacional. Sin embagro, el 2 de abril de 2012, los medios de comunicación, dirigentes sociales y políticos se refirieron al tema. Y ya no sólo desde el reclamo por la soberanía de las Islas, sino también atendiendo a la situación de los combatientes de Malvinas.

            Consecuentemente, el área temática de esta investigación se enmarca en la construcción de memoria de los combatientes de Malvinas en torno al 30° aniversario de la guerra. Para su abordaje se atenderá a la comprensión de resignificaciones que los combatientes de Malvinas le dan a los hechos más relevantes.

            Es preciso agregar que las acciones llevadas a cabo por los combatientes de Malvinas no responden a motivaciones arbitrarias, sino que son impulsadas por la identidad que los diferencia del resto y que se funda en esa memoria particular que los caracteriza. Ésta se relaciona “con la idea que tenemos acerca de quiénes somos y quiénes son los otros, es decir, con la representación que tenemos de nosotros mismos en relación con los demás” (Giménez, 2009: 11). En palabras de Todorov, “el recuerdo del pasado es necesario para afirmar la propia identidad tanto la del individuo como la del grupo; [ya que] sin un sentimiento de identidad con uno mismo, nos sentimos amenazados en nuestro propio ser y paralizados… el individuo necesita saber quién es y a qué grupo pertenece” (Todorov, 2000 citado en Mendoza García, 2009: 2).

            Específicamente, este tema se condensa en la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo construyen su identidad los combatientes de Malvinas en el marco del 30° aniversario de la guerra? Para su aproximación, se acude a dos preguntas intermedias, a saber: ¿Cómo es el marco social en el que se contextualiza el trabajo de la memoria de los combatientes de Malvinas? ¿Cuáles son los hechos más relevantes en torno de los cuales construyen sus memorias individuales? 

            En relación con estos interrogantes surgen unas respuestas tentativas a aquellas preguntas intermedias, unas anticipaciones de sentido. En primer término, se cree que el 30° aniversario de la guerra genera un marco particular para los trabajos de la memoria. Ya que moviliza la propia identidad del combatiente de Malvinas. El papel de los medios en esta resignificación no es menor, quienes quizás los siguen viendo como “chicos de Malvinas”. En segundo término, se estima que los hechos más importantes en sus relatos pueden diferir a grandes rasgos en dos grupos. Por un lado, aquellos que aludan a la guerra en particular, como por ejemplo: sus superiores, la guerra en sí misma, bombardeos, etc. Por otro lado, en los que predomine la relevancia de la vida después de la guerra, ya sea por organización de los combatientes, por la acción del Estado o por su vida después del conflicto.

            Luego de puntualizar esas consideraciones, se formula como objetivo general el interpretar la construcción de identidad de los combatientes de Malvinas en el marco del 30° aniversario de la guerra. A tal fin, se recurre a la consecución de los objetivos específicos que consisten en:

  • Describir el marco social en el que se desarrolla el trabajo de la memoria de los combatientes de Malvinas.
  • Identificar los hechos más relevantes que enuncian los combatientes en torno de los cuales construyen sus memorias individuales.

Dado que esta investigación está en curso, el presente artículo hace énfasis en el apartado metodológico, de tipo cualitativo. El propósito de este acento es exponer las dificultades y limitaciones que tiene el abordaje de la construcción de la memoria, considerando la sensibilidad que provoca el tema en los informantes.

 

Metodología

 

            El diseño que se utilizó es flexible, de tipo proyectado. Ya que se precisaba un diseño que pudiera ser modificado por los datos emergentes en las distintas salidas a campo, en base a un cronograma modificable. Es decir que consiste en una investigación cualitativa donde se articuló entre trabajo de campo y reinterpretación teórica.

            Concretamente, el caso corresponde a los combatientes de Malvinas cordobeses. Por su parte, en relación a la fecha tomada, se debe diferenciar entre la fecha de los hechos, correspondiente a la guerra en 1982, y la que corresponde a la construcción de los datos. En este caso, se atiende a la referente al aniversario de los 30 años de la guerra. Se toma esta fecha ya que implica un período de reflexión especial de la memoria.

 

Técnicas de construcción de datos

 

            Principalmente se utilizó la entrevista en profundidad, ya que permitió que el informante y el investigador construyeran el dato mediante la conversación. Facilitando rescatar con qué personas interactúa, cuáles son sus actitudes, sentimientos y opiniones, qué repercusiones tienen en sus prácticas, etc. Esta técnica permitió obtener información con las palabras de los mismos sujetos de estudio.

            Tras la primera salida a campo se advirtió que ante la posibilidad de que el informante no hablara por sí solo, era preciso contar con una guía temática que poseía tres ejes, a saber:

-         La cuestión Malvinas en general: a los fines de identificar personas, lugares y/o fechas que nuclean la narración.

-         La conmemoración particular del 30° aniversario de la guerra: el 2 de abril como fecha relevante.

-         Las denominaciones con las cuales se sienten más identificados: se proponían “veteranos”, “excombatientes” y “chicos de Malvinas”.

            Complementariamente, se realizó un breve análisis documental de las noticias relativas a Malvinas del diario del 2 de abril de 2012 de La Voz del Interior, por ser el más vendido de la provincia de Córdoba. Esta técnica permitió obtener una visión general de la dimensión histórica que le adjudica la sociedad al caso de Malvinas.

 

Sobre la reflexividad cualitativa

            Se realizaron tres entrevistas. La primera, realizada a un combatiente que no participa en ninguna organización de combatientes de Malvinas –informante 1– fue la que provocó los giros y adaptaciones generales del diseño de investigación. Particularmente, estuvo marcada por el contexto de la entrevista, la fecha. Si bien con el informante se tenía una relación fluida, de conocimiento, la cuestión residió en que la entrevista fue en los primeros días de abril, razón por la cual el informante estaba sensible y en términos generales, negado a hablar del tema. Si bien los registros de audio de dicha entrevista están guardados, el análisis no se basó en esta primera entrevista. A raíz de lo ocurrido, se dejaron las otras salidas a campo para épocas que no despertaran dicha sensibilidad.

            La segunda entrevista fue realizada a un combatiente por parte de la Fundación Malvinas. Se llamó a dicha fundación, para solicitar la entrevista con algún combatiente, donde aceptaron y citaron día y horario. Al asistir al lugar, la persona con la que se había hablado telefónicamente evadió ser el entrevistado y en su lugar le pidió que hablara otro combatiente que allí estaba, que a los fines de reservar el anonimato, se denominará informante 2. Él es cordobés, pero vivió muchos años en Tierra del Fuego.  Ciertamente esta “evasión” percibida llamó la atención.

            Por su parte, el informante 2, en cambio, se mostraba muy predispuesto a hablar, incluso entusiasmado al conocer que la investigadora estudia Ciencia Política. Razón por la cual se entiende que el informante adjudicó un importante rol a ella. En cuanto al contexto, tras la entrevista con el informante 1, donde por no aceptar unos caramelos, no se redujo la distancia; con el informante 2 se aceptó un jugo ofrecido por la secretaria del lugar. La entrevista se dio en una oficina de la fundación, que tenía perfecta comunicación con la secretaria y el tesorero, pero manteniendo cierta privacidad.

            En relación a las expectativas de parte de la investigadora, principalmente se tenía temor de que el informante no se abriera a la entrevista, a la charla. Ya que lo que se buscaba era que pudiese hablar solo, para así tomar las categorías usadas por él. Se tuvo en cuenta desde la forma de presentación, que se considera que por ser amable y concisa, provocó una buena recepción del informante; hasta la vestimenta, que procuró ser modesta. Se percibió durante la entrevista –que tenía pensado durar cerca de 40 minutos– que el informante se sintió muy cómodo hablando. Esto llevó a que la entrevista se extendiese más de noventa minutos. Pero lamentablemente, esta extensión derivó en que no se pudiese completar el registro mediante una grabación.

            La tercera entrevista se realizó en el PAMI, en la oficina de Veteranos de Malvinas. Lo particular de ello fue que se tuvo que acudir en dos oportunidades a dicho lugar, ya que en la primera vez la persona que atendió manifestó que no estaban “los que hablaban”, y recomendó volver más tarde. Esa persona también era un combatiente, pero no es de los que se sienten cómodos hablando del tema. En la segunda oportunidad,  atendió otra persona, que lo hizo con buena voluntad, ganas de hablar, y percibiendo que era preciso obtener esa entrevista. Se adjudica eso a la percepción que el informante tenía de la investigadora, creía que era hija de un combatiente. El lugar, a diferencia de la Fundación, era una oficina más privada, con mapas de las Islas en todas las paredes, y el informante 3 tenía una camiseta con un bordado llamativo de las Islas, así como un importante anillo con el mismo dibujo.  La entrevista resultó tan fluida, que a pesar de que el PAMI cierra a las 14 horas, sin que nadie se percatara, el encuentro se extendió hasta las 14:35, teniendo entonces una duración de ochenta minutos aproximadamente. Desafortunadamente, al igual que en el informante anterior, la grabación no abarcó la totalidad de la entrevista.

 

Técnicas de análisis de datos

 

            Para interpretar los datos construidos se utilizó el análisis de contenido cualitativo. Se considera que es la técnica más adecuada ya que no consiste en una etapa temporalmente separada del resto de la investigación. Sino que por el contrario, implica un desarrollo del análisis en todo el proceso. La dinámica del análisis de contenido cualitativo introduce el filtro teórico y epistemológico entre el texto y la directa interpretación (Navarro y Díaz, 1999), lo cual resulta beneficioso en este proyecto que necesita primeras interpretaciones durante las salidas a campo. 

            Considerando las técnicas de construcción de datos que se utilizarán, el análisis de contenido permite la interpretación de lo que no está directamente expresado. Es decir, que se podrá ver en las entrevistas en profundidad y en el análisis documental.

 

Listado de categorías teóricas relevantes

 

§ Combatiente de Malvinas a aquel que forma parte de la nómina de Veteranos de Guerra de Malvinas, es decir, aquellos exsoldados conscriptos y militares de carrera pertenecientes a las fuerzas armadas “que hayan estado destinados en el Teatro de Operaciones Malvinas (TOM) o entrado efectivamente en combate en el área del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS)(1), y a los civiles que se encontraban cumpliendo funciones de servicio y/o apoyo en los lugares antes mencionados, entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, debidamente certificado según lo establecido en el decreto 2634/90”(2).

§ Trabajo de la memoria: proceso que consiste en definir el pasado en el presente y, a partir de este último, las expectativas futuras. Según la socióloga Elizabeth Jelin, se enfatiza en la noción de “trabajo” dado que es una capacidad propia del hombre que le adjudica un rol activo y productivo. “Uno es agente de transformación y en el proceso se transforma a sí mismo y al mundo [social]” (Jelin, 2002: 14). Memoria e identidad se co-constituyen mutuamente. En el proceso de conformación de la identidad de un sujeto –individual o colectivo–, la memoria es uno de los componentes centrales al reforzar el “sentimiento de continuidad y de coherencia de una persona o de un grupo en su reconstrucción de sí mismo” (Pollak, 1992 citado en Jelin, 2002: 25).

§ Marco o cuadro social: Jelin (2002) retoma de Halbwachs esta noción que consiste en marcos portadores del punto de vista general de la sociedad, de sus necesidades y valores, y las conmemoraciones grupales de lo recordado. De tal manera, las personas recuerdan individualmente gracias a estos marcos. Los trabajos de la memoria individual siempre están dentro de un contexto social, siendo éste el encargado de darles sentido. Son históricos, y por ende, van transformándose.

§ Hitos: hechos que son empleados como elementos organizadores de las memorias, al mismo tiempo que olvida otros debido a que este trabajo es selectivo. Básicamente, estos elementos organizadores son tres: acontecimientos o fechas, personas o personajes, y lugares (Pollak, 1992 citado en Jelin, 2002). Pueden estar vinculados a experiencias vividas por las personas, los denominados “pasados autobiográficos” caracterizados, generalmente, por la presencia de un acontecimiento traumático que puede manifestarse en conductas o patologías actuales. Así como pueden referir a experiencias culturalmente compartidas y compartibles, “mediatizadas por el lenguaje y por el marco cultural interpretativo en el que se expresa, se piensa y se conceptualiza” (Jelin, 2002: 34). La selección de estos hitos conlleva entonces a la “identificación grupal con algunos y diferenciación con otros” (Jelin, 2002: 25).

§  Chicos de Malvinas alude a la identidad relativa a los jóvenes que fueron a la guerra, que no tenían preparación, abrigo, comida y armas suficientes. Es decir, que implica dejarlos en el pasado (Guber, 2004 citado en Vázquez, 2004).

§ Veterano de Guerra de Malvinas, en la concepción de Guber (2004, citado en Vázquez, 2004) abandona la idea de los “chicos de Malvinas”; así como considera que siguen siendo combatientes y que mantienen su lucha vigente.

§ Ex combatiente es quien elabora una memoria según la cual su lucha comenzó y terminó el mismo día que lo hizo la guerra, al mismo tiempo que tiende a exteriorizar interpretaciones pesimistas en cuanto a lo sucedido (Guber, 2004 citado en Vázquez, 2004).

 

            A partir de las anteriores categorías teóricas así entendidas, y de las emergentes del registro –indicadas por el símbolo (e)–, se presenta a continuación la codificación de las mismas:

 

 1    Trabajo de la memoria

 1.1        Marco o cuadro social

 1.1.1            Desmalvinización (e)

 1.1.2            Malvinización (e)

 1.1.3            Indiferencia (e)

 1.1.4            Consenso social (e)

 

 1.2        Hitos

 1.2.1            Personas o personajes

 1.2.1.1                Combatiente de Malvinas

 1.2.1.1.1    Veterano de Guerra de Malvinas

 1.2.1.1.2    Chicos de Malvinas

 1.2.1.1.3    Ex combatiente

 1.2.1.1.4    Héroe (e)

 1.2.1.1.5    Soldado (e)

 1.2.1.2                No veteranos (e)

 1.2.1.3                Dictadura (e)

 1.2.1.4                Usurpador (e)

 1.2.1.5                Sociedad civil (e)

 1.2.1.6                Hijos de veteranos (e)

 1.2.1.7                Isleños (e)(3)

 1.2.1.8                Políticos (e)

 

 1.2.2            Acontecimientos o fechas

 1.2.2.1                2 de abril (e)

 1.2.2.2                Guerra (e)

 1.2.2.3                Muertes (e)

 1.2.2.4                Horrores de la guerra (e)

 1.2.2.5                Falta de trabajo (e)

 1.2.2.6                Organización (e)

 1.2.2.7                Reconocimiento del Estado (e)

 1.2.2.8                Reclamo diplomático (e)

 

 1.2.3            Lugares

 1.2.3.1                Islas Malvinas (e)

 1.2.3.2                Córdoba (e)

 1.2.3.3                Tierra del Fuego (e)

 

            Es pertinente realizar dos aclaraciones. Por una parte, la categoría trabajo de la memoria se encuentra presente en las narraciones tanto de los informantes como de los artículos periodísticos, conformando las diversas memorias individuales, razón por la cual no se  la puede identificar explícitamente. Por otra parte, esta investigación usa la categoría de combatientes de Malvinas procurando el distanciamiento con respecto a los sujetos de estudio. Es decir, que esta categoría no es utilizada por ellos, sino desde la investigación para englobar las diferentes identidades.

 

Análisis e interpretación de datos construidos

 

            A los fines de ordenar la exposición de este apartado, se presentará en primera instancia el análisis de los artículos periodísticos seleccionados; y en segundo lugar, el que corresponde con las entrevistas en profundidad.

            Dichos artículos sostienen el marco social de las memorias. Sin embargo, la misma configuración de este marco constituye en sí una memoria, atribuible a la sociedad, y coincidente con el desarrollo de las conmemoraciones. En el cuadro social se destaca el juego entre las categorías de malvinización versus desmalvinización. La nota entiende que malvinización es el proceso llevado a cabo por los combatientes que consiste en “actuar para horadar el desprecio, cuando no la ignorancia, de gobiernos y conciudadanos hacia ellos” (Serafini, La Voz del Interior, 2/4/12b). Es decir, que “consideran que la 'malvinización' ha empezado a ganarle el lugar a la 'desmalvinización'” (Serafini, La Voz del Interior, 2/4/12b). Durante muchos años la desmalvinización, constituyó un paradigma dominante, que como tal, formaba parte de la manera de mirar el mundo (Cangiano, 2012).

            Se sostiene que este antagonismo es el eje del marco social ya que la desmalvinización se articula en torno a determinados núcleos duros que, en general, coinciden con las resignificaciones llevadas a cabo en los distintos artículos. En este sentido, a pesar de que se aboga por fortalecer el proceso de malvinización; uno de los artículos presenta la postura de Reino Unido: “Cameron: La guerra fue un acto de agresión argentino” (Redacción LaVoz, LVI, 2/4/12b). Es decir, que muestra la perspectiva según la cual la guerra fue un hecho irresponsable, y desplazando la cuestión colonial. Características estas, propias de la desmalvinización (Cangiano, 2012). Lo mismo se presenta cuando los isleños se apenan por no poder disfrutar de una bahía: “'nunca más pudimos volver a Yorke Bay, un lugar hermoso', se lamenta. Playa minada. Vamos a Yorke Bay y comprobamos que, efectivamente, es un lugar hermoso, una playa de arena blanca y agua clara como en el Caribe, a unos cuantos grados menos, pero es imposible acercarse a la arena. La zona fue completamente minada durante las primeras horas de la ocupación”(Conti, LVI, 2/4/12). La ocupación es la argentina, culpable de hacer intransitable dicho lugar. Nada de ocupación británica. Con esto no se pretende decir que la editorial sea deliberadamente contradictoria, sino que todavía existe esa concepción en nuestra sociedad.

            Al mismo tiempo, cuando se alude a los combatientes, se hace referencia a los “excombatientes”, excepto una vez. En una sola oportunidad se menciona a uno de ellos como “veterano”: “Juan Carlos Luján es suboficial mayor retirado y veterano de Malvinas” (Redacción LaVoz, LVI, 2/4/12a). Su condición de militar de carrera va acompañada de la calificación de veterano. El resto, los soldados conscriptos, son excombatientes. Por otra parte, el principal artículo correspondiente a los combatientes es el de la presentación de una película que consta en la “aproximación respetuosa y orgullosa a una de las experiencias más dramáticas de la historia argentina, una historia silenciada durante dos décadas y que recién ahora comienza a develar sus dolorosas profundidades” (Rodríguez, LVI, 2/4/12). Se mezcla el segundo núcleo duro de la desmalvinización, la victimización del combatiente –por la cual “se sustituyó la identidad del 'héroe que defendió su patria' por la del chico impotente” (Cangiano, 2012: 32)– con la pretensión de malvinizar, abandonando el silencio. 

            Queda claro que hay una intención de instalar el discurso de malvinización. Para este fin son necesarios dos elementos: la erradicación de la indiferencia y el consenso social. El primero de estos elementos tiene un ejemplo a imitar, Tierra del Fuego. Uno de los artículos alude a la conmemoración por los 30 años, que se realizó en Ushuaia, sociedad en la cual no hay indiferencia frente al tema, “el sentimiento por Malvinas y por la guerra, pero sobre todo el conocimiento y la convicción sobre el derecho de la soberanía argentina sobre las Malvinas, está presente aquí más que en ningún otro lugar de la Argentina” (Serafini, LVI, 2/4/12a). Allí confluyen espacios para la memoria –“la Plaza Islas Malvinas: la capital de la conmemoración de los 30 años del inicio de la guerra” (Serafini, LVI, 2/4/12a)–, el interés de la sociedad civil, y el compromiso de los políticos. En efecto, el artículo expresa que “decenas de personas, muchas en familia, pasearon durante toda la soleada tarde de la víspera por la plaza, ampliada para este aniversario a 2.300 metros cuadrados de sus 700 originales” (Serafini, LVI, 2/4/12a). Esta realidad, sin embargo, no es la de Córdoba, que casualmente no tiene ningún artículo relativo a las conmemoraciones.

            El último de los elementos presentes, es el del pretendido consenso social. Consenso en torno a la política del Estado de encaminarse tras el reclamo diplomático por la soberanía de Argentina sobre las Islas. Quizás este punto sea el eje del desarrollo actual de la malvinización. Ya que hay otras cuestiones donde el mensaje es más ambiguo, como se mencionó anteriormente. Uno de los artículos afirma “la cuestión Malvinas es una bandera que cobija y une a todo el país. Por ello, es imperioso en este día […] reafirmar el concepto de soberanía y plantear la necesidad de una política permanente para conseguir ese objetivo por el que la Argentina lucha desde el 3 de enero de 1833, cuando fue despojada de esas tierras” (Redacción LaVoz, LVI, 2/4/12c). Para sostener dicho consenso, se necesita de un real compromiso por parte de los políticos, y no de simple oportunismo.

            En este marco es donde adquieren sentido las distintas resignificaciones de los combatientes. Los informantes entienden que hay un consenso  de la sociedad civil en torno al reclamo diplomático por la soberanía sobre las Islas Malvinas. Dicho reclamo, entonces, va en contra de la perspectiva de desmalvinización que propone desligar el componente colonial de la discusión. Contrariamente, uno de los informantes llama específicamente usurpador a Reino Unido. Este camino del reclamo diplomático, con el debido apoyo de distintas organizaciones internacionales, necesita la definición clara de los políticos. Y una vez asentada esta postura, se conseguirá eliminar la indiferencia de la sociedad. En efecto, el informante 2 afirmaba: “soy un convencido que (…) el único reencuentro de la sociedad argentina para con los problemas internacionales es la preparación de su gente, y hoy necesitamos gente que realmente sean diplomáticos, que entiendan la problemática, de la Argentina, que tengan indicaciones políticas claras, precisas, para llevar adelante lo que queremos. Y ese es el punto fundamental para combatir la indiferencia. Cuando el pueblo argentino vea que tiene un ejército de diplomáticos y políticas claras y precisas, establecidas detrás de un punto específico, en este caso: Malvinas, la indiferencia va a ir desapareciendo, porque son hechos concretos, son los gestos positivos que llaman a la sociedad a un cambio de comportamiento”.

            A este planteo, es necesario agregarle una particularidad, el lugar desde el cual es resignificado: Tierra del Fuego. En esa provincia la conmemoración del 2 de abril no pasa inadvertida. Sino que implica la acción de la misma sociedad civil, la cual participa en las conmemoraciones. Éstas no se reducen al acto oficial, sino que se extienden durante un mes, el mes de Malvinas. Razón por la cual la indiferencia no tiene lugar, ni de la sociedad, ni de los políticos. Así lo expresaba el informante 2: “nosotros convivimos y estamos insertados en una sociedad, en una comunidad que vivió la guerra. El pueblo vivió la guerra (...). Por ende, esa indiferencia que yo menciono, en nuestra  comunidad, en el pueblo fueguino, está como... no digamos erradicada, pero sí es casi nula (…) se prepararan los jóvenes, los niños desde el jardín inicial se preparan. La preparación la llevan adelante los docentes, preparados a tal fin. Y acompañados por un grupo de veteranos de guerra dedicados al tema. Permanentemente, no solamente el 2 de Abril, o una semana o un mes, una fecha. Eso es en forma permanente”.

            Distinto es el caso de Córdoba, donde la conmemoración del 2 de abril no tiene relevancia social, y no cuenta con el apoyo de los políticos. Esto se adjudica a la deuda en la que está el Estado Provincial con relación al reconocimiento del Estado de los veteranos, en términos materiales y simbólicos. Esta idea no quedó plasmada en la grabación del informante 3, pero sí en los registros manuales, según los cuales “como el gobernador no quiere la causa, los manda al acto Oficial en Oliva, donde no hay ni un veterano. El grueso de los veteranos de Córdoba, cerca de 2000, están en la capital de la provincia. Y ni siquiera el gobernador va al acto. Manda al secretario de algún ministro, para no ir él. Dijo también que el año pasado realizó el acto en  Grupo de Artillería Paracaidista 4, donde sabe que los soldados no van a ir, ya que ese lugar es de los militares. También planteó sus deseos de que el Gobernador los reúna (aproximadamente por esta fecha) y les pregunte a las distintas organizaciones de veteranos, cómo, dónde, les gustaría que fuese el acto del 2 de abril, como un hecho importante. Pero que ellos entienden que el gobernador no los convoca porque eso implicaría que ellos también le eleven las demandas materiales relativas al subsidio”.

            Este punto de diferencia entre combatientes y políticos de Córdoba que es el reconocimiento del Estado tiene su origen en los horrores de la guerra. Este hito gira en torno al dolor que provocó y provoca la guerra. Tanto el sufrimiento pasado durante el conflicto, como las consecuencias físicas y psicológicas que esto produjo en los combatientes. Esto es lo que ilustra la cita del informante 3: “estoy dentro de los ochenta casos más graves de desnutrición de los veteranos del país, tengo una esquirla en la rodilla, la expansión de las bombas me dañaron (…), [tuve] quemaduras de segundo grado, un mes con suero y sangre para volverme a la normalidad, llevo ya casi quince, dieciséis años de tratamiento psiquiátrico, psicológico, para estar medianamente en condiciones”. A pesar de ello, no se acentúa en la decisión de la dictadura de enviarlos a la guerra. En particular, uno de los informantes resignificó con mayor importancia el hecho de conocer ambas islas, la Soledad y la Gran Malvina. Esto llevó a que su regimiento sufriera las consecuencias del bloqueo británico.

            Para enfrentar y superar esos horrores de la guerra, los informantes realizaban una diferencia entre los soldados conscriptos en su mayoría, y los veteranos “normales”. Adjudicando que los primeros se habían resistido a la ayuda tanto de profesionales, como de sus familias; y los segundos, tras años de ayuda psicológica, actualmente pueden hablar del tema. Sin embargo, es un común el silencio frente a los hijos. Aún aquéllos que pueden contar lo que les sucedió, o lo que sienten actualmente en torno a Malvinas, no pueden hacerlo frente a sus propios hijos. Y éstos acuden a otras fuentes para conocer más, asistir a asociaciones de veteranos u organizarse ellos mismos.

            En este proceso de superar los horrores de la guerra constituye un hito fundamental la falta de trabajo tras el regreso. Ya sea por las falsas promesas de los políticos como por la inestabilidad en los trabajos, este punto es clave en la construcción de la memoria, en la conformación de su identidad. El informante 3 declaraba: “en el caso mío fue bastante duro el regreso.  Nunca pude tener un trabajo”, en la misma línea, el informante 2 confirmaba: “antes como veteranos de guerra (...) no teníamos trabajo porque se nos consideraba personas no aptas para trabajar”. Para contrarrestar este problema los combatientes se comenzaron a organizar reclamándole al Estado su reconocimiento. Esta demanda deriva en tres puntos que es preciso enunciar. En primer lugar, que el reconocimiento formal del Estado se consolidó con la nómina de la ley 23.109, que explicita quiénes son considerados “Veteranos de guerra de Malvinas” y por ende, obtienen los beneficios que corresponden –pensión, subsidio, obra social–. Esto es objeto de discusión por parte de los no veteranos –no reconocidos como tal por no haber estado en las Islas Malvinas–. Esta primer diferencia es el punto de partida para demarcar una línea.

            En segundo lugar, la exigencia de ampliar ese reconocimiento viene también desde los que entran en la nómina de veteranos. Esto se justifica en una resignificación particular que se le da al hecho de ser héroes. Uno de los informantes manifestó como héroes a los 649 muertos en las Islas. Sin embargo, el otro reconceptualiza dentro de este término a todos los veteranos. En perspectiva histórica, entiende que su tarea es digna de ser llamado héroes, y que esto debe ser acompañado por el debido reconocimiento material por parte del Estado, tanto de los políticos provinciales, con el aumento de la pensión, como del gobierno nacional, con la jubilación anticipada.

            En tercer lugar, dicha ley ofició de punto de corte en la diversidad de denominaciones que se le daba a los combatientes. En los primeros años de la posguerra –y con menos frecuencia, pero también en la actualidad– se hablaba de ellos como los chicos de Malvinas. Siendo esta calificación entendida por parte de los combatientes como despreciable, y con connotaciones negativas. Parte del mismo proceso de desmalvinización que hacía de los héroes, las víctimas, los chicos. Tras  su organización, abundó diversidad de denominaciones, como por ejemplo la de excombatientes. Pero con la ley, se asienta la denominación que ellos consideran correcta: veteranos. No por una cuestión de edad, sino en reconocimiento de su tarea en la guerra. 

 

Conclusiones

 

            Entre la literatura relativa a los combatientes de Malvinas, abunda la de carácter testimonial, específicamente de producción en los años de posguerra. En los últimos años ha ido adquiriendo espacio dentro de la academia la investigación relativa a las distintas memorias que giran en torno a la cuestión Malvinas. Este artículo se articula alrededor de la construcción de la memoria de los combatientes de Malvinas en el marco del 30° aniversario de la guerra. Esto no tiene repercusión sólo en el presente, sino que también expone sus expectativas a futuro. El punto que se realzó fue el metodológico, planteando el necesario ejercicio de reflexividad que debe estar presente en las investigaciones con metodología cualitativa en general, y en las de contrucción de memoria en particular.

            Como la investigación aún está en curso, se presentaron unas primeras interpretaciones de las salidas a campo realizadas. Para alcanzar el primer objetivo específico, que consiste en describir el marco social en el que se desarrolla el trabajo de la memoria de los combatientes de Malvinas, se consideraron los artículos relacionados a la cuestión Malvinas que salieron publicados en La Voz del Interior el 2 de abril de 2012. El análisis de contenido cualitativo plasmó el juego que existe entre la propuesta de malvinización y los discursos que se sostienen con rasgos de desmalvinización. Se plantea un consenso social, el cual une a toda la sociedad bajo el reclamo diplomático de la soberanía sobre las islas. Pero al mismo tiempo, se acude a las voces británicas que alegan que la guerra fue una agresión por parte de Argentina, descontando su responsabilidad de la situación colonial. Asimismo, se cae en la victimización del combatiente, otro rasgo de la desmalvinización. En esta tensión entre ambos procesos, proyectando la malvinización, pone de ejemplo una sociedad particular, la fueguina, donde no hay indiferencia al tema, lo cual implica que las conmemoraciones sean muy distintas a las que se dan en Córdoba.

            Este marco social que condensa las discusiones y contradicciones propias de un momento histórico de cambio de paradigma –para pasar de la desmalvinización a la malvinización– es el que encuadra la construcción de memoria de los combatientes de Malvinas. En este ir y venir entre el apego a los horrores de la guerra y el énfasis en el reclamo diplomático de la soberanía de las islas. En relación a ello, el segundo objetivo específico consiste en identificar los hechos más relevantes que enuncian los combatientes en torno de los cuales construyen sus memorias individuales. Para ello se realizaron entrevistas en profundidad que también fueron analizadas con una interacción entre categorías referenciales teóricas, y principalmente, aquéllas que emergían del campo. Entre las primeras, concretamente los hitos podían ser: personas o personajes, acontecimientos o fechas y lugares (Jelin, 2002).

            Hay tres puntos destacables de las categorías emergentes. En primer lugar, si bien cada informante le puso más énfasis a algunas categorías por sobre otras, todos ellos resignificaban de manera similar tanto la relativa a los horrores de la guerra, como la del reclamo diplomático, que funcionaban de ejes de las narraciones. En segundo lugar, la diferencia básica entre las construcciones de memorias residió en el lugar en el cual estaban pensando. Diferenciándose así el compromiso de la sociedad civil y de los políticos fueguinos con la causa, de la indiferencia social y política que caracteriza a Córdoba. En tercer lugar, desde las referencias teóricas se proponían las categorías de “chicos de Malvinas”,”ex combatiente” y ”veterano” como las que representaban la identidad de los combatientes, según las distintas memorias que hubiesen construido. Sin embargo, desde el campo emergieron esas categorías, pero bajo otros significados, donde la que tiene superioridad sobre las demás es la de veteranos, por considerarse la que posee el reconocimiento del Estado y de la sociedad.

            Asimismo, se sumaron a ellas, las de héroes y soldados por un lado; y la de los no veteranos, por otro. Es con respecto a esta última donde se produce la mayor diferencia. Como se dijo en un comienzo, la memoria se relaciona “con la idea que tenemos acerca de quiénes somos y quiénes son los otros, es decir, con la representación que tenemos de nosotros mismos en relación con los demás” (Giménez, 2009: 11). De acuerdo a estas primeras interpretaciones, ellos se identifican como veteranos –algunos, soldados que no pueden abandonar los horrores de la guerra; todos, héroes–. Pero hay que atender a que todo proceso de identidad, al tiempo que conforma un “nosotros”, lo hace en referencia a un “otros”. A diferencia de lo que se anticipaba, los otros son los no veteranos, los que persiguen el mismo reconocimiento, pero no pasaron por los mismos hitos que aquéllos pueden resignificar mediante el pasado autobiográfico.

            Como se mencionó anteriormente, la intención del artículo es exponer un planteo metodológico que posibilite el abordaje de este tema. En la presente investigación es necesario entonces seguir saliendo a campo para lograr la saturación que nos posibilite mayores precisiones en las interpretaciones de la construcción de la memoria.

 

Notas

1. El TOM fue creado como comando estratégico operacional para la recuperación de las Islas Malvinas, y el TOAS, para la defensa (permaneció con esta denominación hasta la rendición del 14 de junio de 1982).

2. Quedando excluidos aquellos que, aun habiendo sido convocados y/o movilizados no hayan permanecido en alguna de las operaciones. Según Ley 24.652.

3. Categoría que emergió en los artículos periodísticos, no así en las entrevistas en profundidad.

 

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*Reseña biográfica de la autora: Licenciada en Ciencia Política (Universidad Católica de Córdoba). Adscripta en las cátedras Introducción a la Filosofía y Metodología III (Metodología Cualitativa) de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales (Universidad Católica de Córdoba). Miembro del Observatorio de Gestión de Riesgo de Desastres para la Provincia de Córdoba. Actualmente forma parte del Programa Memoria del Centro de Estudios Avanzados (Universidad Nacional de Córdoba). Tiene interés temático en los trabajos de la memoria e identidad de veteranos de Malvinas.

 

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