Editorial

Estimadísimos lectores:

El número 6 de Aletheia que presentamos hoy, bastante demorado, nos impacta desde la tapa con el Yo Acuso de la obra del artista Juan Carlos Romero en letras imposibles de evitar, junto a la leyenda que, además, nos alerta sobre la vigencia de prácticas represivas que repudiamos y que debemos denunciar y a la referencia ineludible -estampada en las iniciales del rincón izquierdo- a Émile Zola y a su grito decimonónico contra el antisemitismo en Francia.

La oportunidad de presentar hoy esta pieza, se vincula con la reciente exposición en el Museo de Arte y Memoria de nuestra ciudad de una retrospectiva de la obra de Romero -artista comprometido con la dignidad de las personas y solidario con las luchas de los sectores populares contra la exclusión y la desigualdad social- de la que contamos con una excelente reseña ilustrada en el interior de la revista. Es por esto que volvemos a sumar nuestro agradecimiento especial al Museo de Arte y Memoria, gestionado por la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires con quien nos unen múltiples lazos en más de una década de trabajo conjunto, lazos que, como mínimo, se visualizan en las  ilustraciones y fotos de todas nuestras tapas.

Aletheia ha crecido notablemente en los últimos tiempos desde esa iniciativa original, propiciada por estudiantes de la Maestría, para poner en marcha este espacio digital, abierto a la comunidad universitaria y a toda la sociedad; que logró poner 6 números en la red con el aporte de profesores y estudiantes de nuestra carrera. Este trayecto exitoso fue posible, principalmente, gracias a la dedicación y contribución inestimable de los maestrandos que han colaborado desde cualquier rincón de América Latina en donde se encontrasen, aportando esta impronta trasnacional, de aproximación y alerta, necesaria para pensar los temas de Argentina dentro de un contexto latinoamericano, que ya está y estará cada vez más presente. En este sentido, el trabajo de Bárbara Weintein que publicamos en este número, acercado y traducido por estudiantes y colegas, es un muy buen insumo para reflexionar sobre esta marca crecientemente valorada en nuestra revista y en nuestra carrera.

Muchas cosas han cambiado en estos años, desde el primer número del año 2010 y, sobre todo, en este último año cuando ya empiezan a llegarnos, regularmente, las tesis de nuestros estudiantes argentinos y latinoamericanos como, asimismo, los artículos y ponencias de nuestros maestrandos presentados en jornadas y congresos en la Facultad, en Argentina y en nuestros países vecinos y, finalmente, la edición de un libro con el aval de la Maestría y de la Facultad que presentaremos en breve, lo que muestra la extraordinaria vitalidad de los estudios en el Área.

Aletheia es un orgullo de esta carrera por su particular enfoque, por su capacidad de convocatoria y por su creciente visibilidad en el ámbito académico; por la multiplicidad de los aportes que alberga; por el esfuerzo y dedicación del grupo que sostiene el comité editorial, encargado de la lectura minuciosa y extremadamente rigurosa de los trabajos que se reciben en número creciente y, muchas veces, desbordado. Su potencial es enorme para seguir creciendo, alentado, a la vez, por la vitalidad de los estudios sobre historia reciente de los últimos años.

Quisiera cerrar estas palabras con algunos agradecimientos y algunos augurios. Los primeros, muy especiales, a nuestra Coordinadora Editorial, Florencia Larralde Armas, por su constante trabajo en el armado de la revista; ella es quien está a cargo de múltiples y casi todas las tareas que la hacen posible. A Janeth Restrepo Marín quien colaboró muy próxima a Florencia, co-coordinando este número, en momentos en que Florencia daba a luz a su bebé. Por supuesto, a Andrés Bisso que, aunque se despidió en el último número, nos sigue acompañando y al Juez Federal Daniel Rafecas y a Hugo Cañón, Co-Presidente de la CpM, por la conferencia que nos brindaron y por su colaboración y autorización para que hoy podamos publicarla.

Finalmente, los augurios: que Aletheia profundice su inserción en el mundo académico con su particular enfoque politizado, para seguir trascendiendo las fronteras de la Facultad. Para eso, convocaremos en breve a una reunión de discusión sobre nuevas formas de trabajo y perspectivas para potenciar el terreno recorrido hasta hoy.

Un saludo afectuoso para todos y, nuevamente, muchas gracias.

Ana M. Barletta
Coordinadora de la Maestría en Historia y Memoria