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Los "otros setenta”: un recorrido por la experiencia de la Tendencia Revolucionaria del Peronismo en la gobernación bonaerense (1973-1974)

Aletheia, volumen 4, número 8, abril 2014. ISSN 1853-3701

Tocho/Artículos en PDF

Fernanda Tocho*

CONICET/UNLP/IdIHCS

2014

La Plata, Argentina

 fernandatocho@yahoo.com.ar

 

Resumen

En este artículo se analizará la participación y trayectoria de militantes de la Tendencia Revolucionaria del Peronismo en el Ministerio de Salud y Acción Social durante el gobierno provincial de Oscar Bidegain. Se indagarán las formas y sentidos que adoptó la práctica política de este particular actor dentro del ámbito institucional, junto a las tensiones que la misma desplegó tanto al interior del Movimiento Peronista como dentro del universo de la militancia revolucionaria ligada a Montoneros.

 

Palabras claves: Tendencia Revolucionaria, Gobierno de Oscar Bidegain, institucionalización política, prácticas políticas.

 

Introducción

 

El 25 de mayo de 1973 marcó una nueva etapa en nuestro país, signada por el retorno del peronismo al gobierno luego de 18 años de proscripción y tras una intensa radicalización social y política desarrollada durante los siete años de la dictadura de Onganía, Levingston y Lanusse. En ese contexto, la asunción de Héctor Cámpora a la presidencia fue vista por muchos de los actores sociales y políticos del momento como la llegada de los sectores de la izquierda peronista a espacios de poder y el puntapié inicial para encarar transformaciones de carácter radical en la sociedad.

El papel preponderante que la Tendencia Revolucionaria del Peronismo(1) desempeñó en los meses previos, durante el proceso de reorganización partidaria y en el transcurso de la campaña electoral del verano de 1973, se tradujo -luego de la victoria del FreJuLi el 11 de marzo- en la incorporación de muchos de sus militantes como integrantes de los futuros planteles de gobierno, tanto a nivel nacional como provincial.

En la provincia de Buenos Aires, la victoria de Oscar Bidegain al frente de la gobernación posibilitó la notable injerencia de figuras del peronismo revolucionario y militantes de la Juventud Peronista-Montoneros en diferentes cargos de la administración bonaerense, donde se realizaron importantes intentos para llevar a cabo programas de gestión con un fuerte contenido participativo y social vinculados al proyecto mayor de cambio de estructuras. Al respecto, y en sintonía con los trabajos académicos que en los últimos años se han acercado al período del 73-76 enfocando diferentes aspectos de esta convulsionada etapa política no centrados unívocamente en el accionar armado(2), nos proponemos reconstruir la experiencia y el derrotero de algunos de los militantes de la Tendencia Revolucionaria en la gestión pública bonaerense, examinando las diversas modalidades que adoptó la práctica política de este particular actor en el espacio institucional. Más precisamente, se analizará la gestión del Doctor Floreal Ferrara a cargo del Ministerio de Salud Pública y Acción Social de la provincia de Buenos Aires, junto a los programas y metodologías de acción que desplegaron en ese ámbito los jóvenes militantes de la Tendencia. Por último, también se atenderá a las incipientes tensiones que estas iniciativas despertaron tanto al interior del Movimiento Peronista -en relación con los objetivos de institucionalización y disciplinamiento demandados por Perón- como dentro del espacio de la militancia revolucionaria ligada a la organización Montoneros.

 

Bidegain y la Tendencia Revolucionaria

 

La relación que unió al gobernador Oscar Bidegain con los jóvenes de la Tendencia se enmarca en el proceso mayor de apertura política y reorganización partidaria que comenzó a gestarse hacia fines del año 1971, como resultado de la crisis del gobierno dictatorial del General Agustín Lanusse y la convocatoria a elecciones que realizó a través del denominado “Gran Acuerdo Nacional” (GAN). Esta iniciativa, que implicaba una salida ordenada del régimen militar e incluía la posibilidad de que el Peronismo participara de la contienda electoral por primera vez luego de su proscripción, planteó –además de un proceso de competencia dentro del Movimiento Justicialista entre las fracciones que se disputaban un lugar privilegiado en la reorganización del partido y en la formulación de las listas- un dilema al interior del conglomerado de la izquierda peronista, en relación con la aceptación de la estrategia electoral y sus consecuencias para con el proyecto revolucionario. Si bien, en un principio la mayoría de las organizaciones de este espectro se opusieron al GAN como farsa electoralista, paulatinamente aceptaron su participación como táctica efectiva para ganar posiciones en los elencos gobernantes y contribuir desde allí al proyecto estratégico de guerra revolucionaria y construcción del socialismo nacional.(3)

Es importante señalar que esta decisión de apoyar el regreso a las urnas, si bien generó la crítica y el alejamiento de algunos grupos de la Tendencia (como la Columna Sabino Navarro y una crítica muy dura de un sector de las Fuerzas Armadas Peronistas) obligó a Montoneros a modificar su metodología, lo que se tradujo en una reducción de las acciones armadas y el fortalecimiento de prácticas políticas no armadas, cuyo principal agente de acción pasaron a ser los dirigentes y militantes de las denominadas agrupaciones de superficie. (4)

En este sentido, es interesante mencionar la experiencia que en torno a este proceso se desarrolló en la ciudad de La Plata, lugar donde la activa participación de los militantes universitarios vinculados a la Juventud Peronista (JP) fue determinante para la movilización que apoyó la candidatura de Oscar Bidegain en la provincia y su posterior victoria en las elecciones del 11 de marzo de 1973. El testimonio de un ex militante Montonero que participó de aquellas jornadas nos permite conocer más de cerca el protagonismo de estos grupos estudiantiles en la campaña de afiliación partidaria y su posterior integración en la JP-Montoneros:

“la JP y la FURN [Federación Universitaria de la Revolución Nacional] participan activamente de la campaña, porque claro, cuando uno adhiere a la lucha armada parece que todo eso lo desechara… pero nosotros salimos a afiliar gente a los barrios, y dentro del Movimiento nos miraban raro… estos de izquierda quiénes son?... y cuando se hace una reunión por las candidaturas, nosotros vamos como JP a reunirnos con el cabeza de todo el PJ en La Plata que era Amerisse y le mostramos todas las fichas y teníamos más nosotros que todo el Movimiento, ahí dijo… no hay nada más que discutir”(5)

 

Por su parte, hacia fines de 1972 se dio el proceso de fusión entre múltiples organizaciones que nutrían las filas del peronismo revolucionario en la provincia de Buenos Aires, y este hecho tuvo una notable incidencia en el posterior desarrollo del gobierno de Bidegain y la ocupación de cargos en su gestión por parte de numerosos militantes de la Tendencia.

 A nivel de las organizaciones armadas peronistas, se dio la fusión entre Descamisados y Montoneros, razón por la cual Norberto Habegger, Juan Marcelo Soler, Rodolfo Ojea Quintana y Juan Carlos Alsogaray (ex Descamisados) se instalan como dirección de Montoneros en la ciudad de La Plata para promover la incorporación de las distintas agrupaciones peronistas preexistentes de la zona que, al calor de la radicalización política, deseaban integrarse a esta organización.(6) Este gran proceso de integración incluyó no sólo la incorporación de los grupos de la JP de la zona Sur a la organización madre Montoneros (pasando a formar parte de su Columna Sur) sino también a nivel local, la integración de las principales organizaciones estudiantiles peronistas que en la Universidad Nacional de La Plata venían creciendo en número y organización desde finales de los años ´60 y principios de los ´70. Por caso, la Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN) fundada en el año 1966, se vinculó de lleno a los grupos de militantes de la JP de La Plata, integrándose también a Montoneros hacia fines de 1972. Por su parte, el Frente de Agrupaciones Eva Perón (FAEP), fundado en 1971 y ligado a los grupos políticos de las FAR, se sumó también a Montoneros a mediados de 1973, siendo ambas agrupaciones estudiantiles la expresión mayor de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) en la Universidad de La Plata.(7)

Esta expansión de Montoneros en toda la zona sur y más específicamente en la ciudad de las diagonales, coincidió con la convocatoria a elecciones y la designación de Oscar Bidegain como candidato del Peronismo en la provincia Buenos Aires, razón por la cual –y a raíz de la ya mencionada decisión de la organización de apoyar la salida democrática- figuras relevantes de su conducción como Norberto Habegger y el núcleo de militantes de la JP de La Plata iniciaron un acercamiento con el futuro gobernador. Al respecto, Flora Castro, esposa de Habegger y funcionaria del gobierno de Bidegain, menciona en una entrevista reciente las razones tanto políticas como militares que guiaron el trabajo de los dirigentes Montoneros con los militantes de la JP platense en apoyo a la candidatura de Bidegain:

“Esa inserción de la gente territorial digamos, fue más para la cuestión política porque ya se preveía que venían las elecciones, y para formar cuadros para el gobierno y también para la organización armada porque bueno… yo no venía a eso, pero sí venía Norberto, Ojea Quintana, Soler, ellos hacían todo un trabajo que tenía que ver con la incorporación de estos cuadros a la JP, JTP, UES, y cuando se vio que se podían presentar a elecciones se pensó en la posibilidad de conseguir un candidato que respondiera a lo que planteaba el Peronismo Revolucionario”(8)

 

Si bien en un comienzo -según testimonios de ex militantes de la Tendencia que participaron de dichos encuentros- los contactos entre el caudillo oriundo de Azul y los jóvenes Montoneros resultaron un tanto fríos y distantes, con el correr de la campaña electoral, y al calor de la fuerte resistencia que la propia candidatura de Bidegain despertó entre las filas del sindicalismo peronista ortodoxo, el acercamiento entre ambos actores se tradujo en un vínculo más perdurable. (9)

Finalmente, luego del triunfo electoral el 11 de marzo, la creciente cercanía entre Bidegain y la Tendencia se vio reflejada en el armado de los equipos ministeriales, que contaron con un importante número de sus figuras como funcionarios. La llegada del Dr. Floreal Ferrara al Ministerio de Salud Pública y Acción Social de la provincia junto con militantes de la Tendencia en diversas Secretarías y Subsecretarías fue resultado directo de su nominación por parte de altos dirigentes Montoneros, quienes asesoraron al gobernador en gran parte de los nombramientos.(10)

En relación a esto, nos resulta interesante  reconstruir la experiencia concreta que desde la Secretaría de Seguridad Social llevaron a cabo militantes de la Tendencia, en la que podemos vislumbrar la reelaboración de experiencias de trabajo social y territorial previas encaradas ahora desde el espacio institucional, y en el marco del denominado proyecto de “construcción del socialismo nacional”.

 

De la resistencia a la institucionalización: la participación de la Tendencia en el Ministerio de Salud Pública y Acción Social

 

Si bien la figura del Dr. Floreal Ferrara se liga a las filas del peronismo revolucionario por su íntima relación con los principales dirigentes del sindicalismo combativo en los difíciles años de la resistencia peronista, en donde se desempeñó como asesor médico de Obras Sociales en distintos gremios del ala radical, será su cargo como Profesor en la Cátedra de Medicina Preventiva y Salud Social en la Universidad Nacional de La Plata el que lo vincule directamente con los jóvenes militantes de FURN-JP y desde allí sea sindicado a Bidegain para ocupar el cargo de Ministro de Salud y Acción Social en la provincia.(11)

Además de Ferrara, quien desde el inicio entabló una relación muy cercana con Norberto Habegger y Daniel Vaca Narvaja que asesoraban directamente a Bidegain en la gobernación, (12) Flora Castro, ex militante de Descamisados, ocupó dentro del Ministerio de Salud y Acción Social el cargo de Directora de Promoción y Desarrollo de la Comunidad, participando junto a ella Amalia Ramella (militante de la FURN-JP) y los curas tercermundistas Eliseo Morales y Alejandro Mayol en el área de Acción Social. Asimismo, Jorge Pereyra, militante de la JP de La Plata fue nombrado en la Secretaría de Previsión Social, junto a María Chiappe, también de la JP, mientras que sus compañeros Nora Peralta (fundadora de la FURN en Veterinaria) y su esposo Raúl Piñeyro (JP) estuvieron a cargo de la República de los Niños, institución que a los pocos días de iniciado el gobierno de Bidegain quedó en manos del ejecutivo provincial como resultado de una multitudinaria movilización que realizaron contingentes de la Unión de Estudiantes Secundarios y de la JP - avalados por funcionarios del Ministerio- con el objetivo de “tomar” el predio que contaba con gestión privada y llevar a cabo su expropiación.(13)

Precisamente, que la gestión de Ferrara se iniciara con este tipo de medidas disruptivas llevadas a cabo por la Tendencia, en las que la metodología de la acción directa y el espíritu contestatario se ligaban de lleno a las formas de radicalización y movilización propias de la etapa anterior de lucha contra la dictadura militar, no resulta casual, en tanto coincidían con la concepción que el propio Ministro tenía sobre la gestión de las instituciones públicas de salud y la toma de decisiones en ellas.

En efecto, una de las principales propuestas que intentó desplegar Ferrara en el Ministerio consistió en un novedoso plan de descentralización de la atención sanitaria, a través de la formación de centros comunitarios de salud y su instalación en barrios periféricos y zonas marginales de toda la provincia. Estas “pequeñas unidades de salud participativa” contarían con el trabajo de un equipo interdisciplinario y sobre todo, con la intervención directa de la comunidad en la toma de decisiones. Este aspecto de la participación popular en todos los niveles de la atención médica “que implica tanto el trabajo, la planificación, la ejecución, la evaluación y el control de la acción sanitaria por parte del pueblo(14) constituía una pieza central del programa que Ferrara venía diseñando meses atrás para el área de Salud dentro del Consejo Tecnológico del Movimiento Justicialista que integraban varias figuras de la Tendencia, considerando esta modalidad de funcionamiento democrático y asambleario la mejor vía para contrarrestar el enorme proceso de desmantelamiento y burocratización que azotaba la atención hospitalaria en la provincia desde hacía 18 años atrás.(15)

El mismo Ferrara al analizar el problema de la falta de recursos financieros necesarios para solucionar estos problemas, daba cuenta del fuerte contenido popular, antijerárquico y austero que deseaba imprimir a su gestión:

“El presupuesto puede ser una cosa para el gobierno de una oligarquía, pero es una cosa muy distinta para el gobierno del pueblo. Los padecimientos hospitalarios no se corrigen construyendo comedores para médicos y otras instalaciones superfluas. Nada se arreglará con tener tres grandes automóviles al servicio de cada funcionario, ni una legión de sirvientes para servirnos. En el gobierno popular se cuidará que la austeridad sea cierta.(16)

 

Asimismo, otro de los ejes de la política sanitaria que intentó desarrollar durante su gestión fue el impulso y fortalecimiento del hospital público, unificando el sistema de atención médica a lo largo de toda la provincia, yendo en detrimento de la atención privada a través de sanatorios y clínicas, y provincializando los hospitales municipales, así como asegurando la prestación gratuita a los sectores más desfavorecidos a través de la creación de un Seguro Social que garantizara una oportuna, efectiva e igualitaria cobertura médica. Esta iniciativa fue acompañada con la creación de un Seguro Lácteo para todos los menores de 10 años, y se elevó un proyecto para la nacionalización de la producción y comercialización de medicamentos, lo que implicaba una dura batalla contra los capitales extranjeros y las empresas multinacionales que controlaban el sector farmacéutico.(17)

Si bien la Secretaría de Seguridad Social estuvo a cargo de María Esther Méndez San Martín, una mujer ligada al peronismo histórico que por su edad y orígenes sociales parecería poco adepta a conciliar con la impronta radicalizada de la juventud, lo cierto es que, al igual que Bidegain con los militantes Montoneros, la relación de aquélla con los jóvenes de la Tendencia se volvió rápidamente muy estrecha. Bajo su jefatura estuvo la Dirección de Promoción y Desarrollo de la Comunidad, a cargo de Flora Castro, junto a la Dirección de Servicios Sociales en manos de Amalia Ramella, ambas militantes montoneras y encargadas de llevar adelante programas con un fuerte contenido participativo y social.

Una de estas iniciativas consistió en el Proyecto de Formación de Centros de Promoción de la Comunidad, que impulsaba la creación de Centros Comunitarios nuevos en zonas rurales, barrios populares y villas miseria de toda la provincia, junto a la reconversión de aquellos viejos Centros heredados de la administración militar saliente.(18) En los mismos trabajarían asistentes sociales, profesores y personal de maestranza, y en particular las personas del barrio y la comunidad. Precisamente, el programa buscaba fortalecer los mecanismos de participación directa de los sectores populares en la organización, administración y funcionamiento diario de estas instituciones sociales, dejando de lado las tradicionales prácticas paternalistas y fraudulentas que habían caracterizado la política de beneficencia de la gestión anterior. En este sentido, la práctica asamblearia era impulsada por los militantes de la JP que trabajaban en los Centros, estimulando la formación de Juntas Vecinales y cooperativas de construcción, que tendrían a su cargo las tareas de reconstrucción del barrio y la compra de materiales para la edificación tanto del establecimiento (Centro Comunitario) como de viviendas populares (los materiales eran aportados por gobernación mientras que la mano de obra por la comunidad).(19)

Muchas de las tareas que se desarrollaban en los Centros de Promoción y que eran impulsadas formalmente por los funcionarios de la Tendencia como parte de su política gubernamental, es decir, la instalación y funcionamiento de comedores barriales y jardines de infantes, tareas de alfabetización y apoyo escolar,(20) actividades físicas, deportes, manualidades, turismo y recreación, entre otras, retomaban parte de la experiencia de trabajo político y barrial previa que muchos militantes habían desarrollado en el ámbito territorial o universitario, antes de integrarse formalmente a Montoneros, y que con la apertura de espacios institucionales, vieron la posibilidad de plasmar ahora desde el Estado ciertas medidas asociadas con los objetivos de Reconstrucción y Liberación Nacional.

Al respecto, resultan sugestivas para pensar ciertas líneas de continuidad en las trayectorias y prácticas de algunos militantes que participaron del gobierno de Bidegain, las impresiones que sobre esta experiencia de trabajo institucional nos arrojan dos de sus protagonistas que,  lejos de ver dicha apuesta como “reformista” o alejada de los objetivos revolucionarios, la veían como una instancia trascendental en el avance del proyecto de construcción de la “patria socialista”:

“La posibilidad de la apertura que se dio con el peronismo había que aprovecharla, ganar espacios en lo político, por eso no fue solo con Bidegain, también Martínez Vaca, Obregón Cano, Cepernic y otros que se intentó insertar y trabajar dentro de las estructuras de gobierno. Yo que había trabajado mucho antes con la gente en el barrio, tenía mucha inserción en Villa Martelli, y cuando se forma el gobierno y hay posibilidades de trabajar, de tener cargos, Norberto me preguntó qué me gustaría hacer, y yo le dije algo relacionado con trabajo con las villas que era lo que yo hacía… yo dije que sí porque se podía hacer desde arriba lo que ya se venía haciendo de abajo”(21)

 

“Antes del laburo en el Ministerio nosotros hicimos trabajo barrial en Altos de San Lorenzo y Los Hornos, es decir, repartíamos revistas, abrimos algunos locales antes del gobierno. Después si tuvimos la oportunidad de participar desde el Estado haciendo cosas por la gente (…) Ya desde la Universidad veníamos escribiendo sobre problemas nacionales, por ejemplo en Veterinaria habíamos escrito en contra de la práctica de la Sociedad Rural y de los profesores al servicio de la oligarquía (…) Sacábamos una revista Patria y Pueblo y un boletín de la FURN sobre temas del país, y ahí escribíamos ideas que teníamos sobre cómo tenían que ser las cosas que eran propuestas de gobierno. Así que fuimos con esa idea al Ministerio… pero ojo, no se pensaba en eso para hacer carrera política como ahora, eso estaba mal visto, sino que se pensaba como una tarea importantísima para avanzar en la reconstrucción del Estado para empezar” (22)

 

Otro emprendimiento que se destaca es el relacionado con la Dirección de Menores. A pesar de las presiones - incluso armadas- que el propio Ferrara recibió en su despacho para designar al frente de esta oficina a personas de la derecha peronista, ésta quedó en manos de figuras ligadas a la Tendencia: los curas tercermundistas Eliseo Morales y el ex sacerdote Eduardo Flores (éste ocupó el cargo de subdirector de la dirección de Promoción y Desarrollo de la comunidad, debajo de Flora Castro), ambos de relación muy cercana con Norberto Habegger y su mujer, junto a Leopoldo Halperín y Hugo Maldonado, ex militantes de las FAP.(23)

Desde dicha repartición se impulsó una política de corte progresista en términos de prácticas de encierro, en coordinación con la intervención de la República de los Niños. Luego de que la gestión de esta institución quedara en manos del Ministerio de Salud y Bienestar Social, se puso en marcha un programa que permitió el traslado y la residencia de 23 menores a dicho establecimiento bajo un régimen de libertad y condiciones sumamente laxas de control y vigilancia. Asimismo se estipuló la realización de actividades de desarrollo psico-cultural, que incluían el aprendizaje de diversos oficios según los intereses de cada uno de los menores en el marco de un programa de laboraterapia con responsabilidades compartidas; la práctica de deportes con asesoramiento de técnicos profesionales y el desarrollo de un plan de alfabetización acelerada con ingreso a escuelas de enseñanza media o técnica. Este aspecto estuvo a cargo del ex cura Alejandro Mayol, encargado del área de Coordinación de Servicios Culturales. También los jóvenes realizaron allí tareas de reparación, pintura y puesta en funcionamiento de oficinas y dependencias muy deterioradas. (24)

Precisamente, como parte de esta experiencia innovadora de apertura de las instituciones de encierro, se llevó a cabo en articulación con el Ministerio de Asuntos Agrarios –otra de las carteras que quedó bajo el control de la Tendencia, la creación de las llamadas “Unidades Básicas de Producción y Solidaridad Social”, cuya finalidad era enseñar a los menores diversas actividades ligas a la horticultura, ganadería y lechería, con el doble objetivo de iniciar a los jóvenes en un oficio, y a su vez lograr un autoabastecimiento de alimentos evitando así la intermediación comercial.(25)

 

Los comienzos de la retirada…

 

Si bien las políticas sociales implementadas desde el Ministerio dieron cuenta de un ambicioso programa con eje en la participación y organización de los sectores populares junto a la puesta en marcha de modalidades de gestión alejadas de los parámetros tradicionales, las fuertes presiones que atravesó la Tendencia a partir de la caída del gobierno de Cámpora ejercieron un límite directo a las posibilidades concretas de su ejecución.

Ya desde la campaña electoral los enfrentamientos dentro del peronismo entre los sectores de la derecha político-sindical que apoyaban abiertamente la candidatura de Calabró, y los grupos de la Tendencia que escoltaban a Bidegain, anunciaban un tortuoso panorama de cara a la gestión. En ese marco, desde los primeros días de iniciado el gobierno se hicieron evidentes las presiones de los grupos sindicales junto a las acusaciones de infiltración marxista en la provincia.(26) El día 13 de junio, tan sólo una semana después de la asunción de Ferrara, el Sindicato de Salud de la Provincia –alineado con el vice gobernador Victorio Calabró-  llevó a cabo una movilización y toma del Ministerio, en una clara muestra de presión para con el nuevo Jefe de la cartera, con el objetivo de asegurar la participación de sus afiliados en la conducción ministerial dada la notable injerencia que la Tendencia pasó a ocupar en los nombramientos.(27)

Los trágicos hechos de Ezeiza con la vuelta de Perón en un marcado giro a favor del movimiento sindical y la ortodoxia doctrinaria -lo que implicaba el disciplinamiento de la izquierda peronista y la progresiva pérdida de espacios en lugares de gobierno - agudizaron esta creciente tensión. El propio gobernador, en medio del episodio de la masacre, debió refugiarse en el Hotel Internacional, escapando de las balaceras junto con una comitiva de dirigentes de la JP y funcionarios provinciales como Carlos Kunkel y Ernesto Jauretche, perseguidos por patotas sindicales armadas, entre los que se encontraban los custodios del vice gobernador Calabró.(28) Los días posteriores, tanto Bidegain como el Ministro Ferrara debieron salir a desmentir las acusaciones que en su contra expresaron sectores de la derecha peronista, quienes responsabilizaron al gobernador por la organización y seguridad del acto, y acusaron al Ministro de Bienestar Social de prestar automóviles oficiales para uso de francotiradores en Ezeiza.(29)

 A esta creciente inestabilidad, debemos añadirle los sucesivos atentados y hechos de violencia directa que sufrió el mismo Ferrara en su Ministerio, todo lo cual agravó el cuadro de situación para los funcionarios de la Tendencia y volvió dificultosamente sostenible su posición dentro del Estado provincial.(30)

Por otra parte, al ya inestable equilibro gubernamental en la provincia, se sumó - para el caso específico del área de Salud y Acción Social- la conflictiva relación con Nación, en tanto el Ministerio de Bienestar Social nacional estaba en manos del Jefe de la Triple A, José López Rega.(31)

Llegados a este punto, las renuncias a la Presidencia de la Nación de Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima el 13 de julio de 1973, evidenciaron el definitivo vuelco en las relaciones de fuerza dentro del Movimiento Peronista a favor de los sectores de la ortodoxia justicialista, quedando en una muy cuestionada y precaria situación no sólo el titular de la cartera de Salud provincial sino también el propio Bidegain.(32)

Finalmente, las recurrentes denuncias de Calabró y dirigentes de la rama política sobre la infiltración ideológica que acechaba el gobierno bonaerense, junto al atentado que sufrió el Secretario General de la CGT regional La Plata, Rubén Diéguez - estrecho colaborador del vicegobernador- obligaron a Bidegain a realizar una reestructuración de su gabinete, en el que Ferrara ya no contaba con un lugar. Como parte de esta notable crisis institucional a mediados del mes de agosto debieron presentar sus renuncias, además del Ministro de Salud y Acción Social, el Subjefe de la Policía bonaerense, Julio Troxler, el titular de la Asesoría Provincial de Desarrollo, Rolando García, y el Secretario de Gobernación, Leandro Maissonave, todas figuras directamente ligadas a la Tendencia, acompañados por el Ministro de Gobierno Ricardo Mariategui.(33)

 Este claro repliegue de los sectores de la izquierda peronista en el espacio institucional  provocó un retroceso en la continuidad de las políticas impulsadas por el área de Acción Social, en tanto en dicha cartera se nombró a Carlos Bocalandro, dirigente histórico del peronismo quien desestimó las medidas implementadas por el Ministro saliente y mantuvo un nulo contacto con los funcionarios de la Tendencia.

Posteriormente, la salida forzada de Bidegain del ejecutivo provincial, luego del ataque del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) a la guarnición militar de Azul el 20 de enero de 1974, y la consiguiente renuncia masiva de los militantes ligados a Montoneros de todos los cargos ministeriales, culminaron definitivamente con las ya menguadas posibilidades acción en el ámbito institucional.

Además de estos importantes episodios del orden político que confluyeron en la crisis gubernamental, resulta significativo incorporar en nuestro análisis otros elementos y dimensiones que dentro del propio espacio de la militancia revolucionaria tensionaron también la apuesta por la continuidad del trabajo político en el Estado.

 Al respecto, parte de los entrevistados remite en sus testimonios a ciertas críticas que gente de la organización Montoneros comenzó a esgrimirles en función del trabajo “reformista” que realizaban en la gestión, ya que consideraban que esto los alejaba de los verdaderos objetivos revolucionarios:

“Había una actitud de la gente que más allá de haber pasado anteriormente por otros grupos y metodologías digamos, cuando asumimos el cargo no queríamos hacer otra cosa más que trabajar todo el día ahí. Yo estaba en el ministerio todo el día, me llevaba los expedientes a casa a firmar (…) Incluso hubo peleas con otros cuadros de la organización. A mí me cuestionaron y a todos los que estábamos haciendo este tipo de trabajo… un día vinieron y nos preguntaron si estábamos haciendo prácticas de tiro… pero oíme! yo no entendía nada porque yo estaba diez horas trabajando en la dirección, los expedientes, salía con Ferrara ¿cuándo iba a practicar? ¿qué tiene que ver?”(34)

 

Como así también ciertos cuestionamientos internos que reflejaban las diferentes concepciones con respecto a la relación con el líder del Movimiento:

“Cuando renuncia Bidegain, en el Ministerio había muchos compañeros que pidieron por muchos de nosotros para que nos quedáramos… pero yo no aceptaba de ningún modo, y además discutimos internamente porque desde Montoneros nos vinieron a proponer que sacáramos una solicitada en contra de Calabró y renunciando en masa. Pero yo me opuse porque Perón seguía en el gobierno, no podíamos enfrentar al gobierno peronista, porque aunque a Calabró no lo queríamos porque era un hijo de puta, era el gobernador del gobierno de Perón, y bueno, al final ganó la posición más combativa, por presiones de poder, y se sacó la solicitada”(35)

 

En este sentido, los testimonios nos permiten inferir de qué manera los diversos recorridos y trayectorias políticas previas de muchos de los militantes de la Tendencia que formaron parte del gobierno provincial -que incluían una vasta y heterogénea experiencia de trabajo social, territorial y universitaria anterior al ingreso a la organización- junto con las distintas maneras de entender la identidad peronista y la relación con Perón, como así también cuestiones ligadas a diferencias de edad y hasta en algunos casos la adscripción religiosa que se reñía con la asunción de la lucha armada,(36) actuaron como elementos que condicionaron los sentidos, las expectativas y la práctica misma del trabajo político en el ámbito institucional, y que a la vez agudizaron las tensiones con la propia organización revolucionaria a medida que ésta dejó de alentar estas iniciativas en favor de abocarse a su proyecto armado.  

A modo de cierre, resultan esclarecedoras las palabras del ex miembro de la conducción de Montoneros, Roberto Perdía, quien al realizar una mirada retrospectiva sobre aquella experiencia pone de relieve las dificultades que atravesaron al conglomerado de la Tendencia en sus intentos de compatibilizar dos lógicas de acción dispares (la de la política institucional y la revolucionaria):  

“Éramos una fuerza que venía de la resistencia y que hasta hacía muy poco la perspectiva electoral no entraba en nuestros planes. Teníamos un desconocimiento y una desconfianza hacia las estructuras institucionales de la democracia. Desde el punto de vista ideológico, desvalorizábamos la ocupación de espacios en el aparato institucional. Esto hizo que no volcáramos el esfuerzo suficiente en esa dirección. Tampoco quisimos que los compañeros de primera línea ocuparan cargos (…) Y después, cuando nos dimos cuenta, quisimos ocupar esos espacios para ejecutar aspectos de nuestro proyecto, pero ya no pudimos”(37)

 

 

 

Consideraciones finales

 

A partir de un enfoque que se pretende complementario de la perspectiva más extendida que caracteriza a la producción académica sobre “los setenta”, centrada fundamentalmente en los tópicos de la violencia política, la militarización de los conflictos y la lucha armada, en el presente artículo llevamos a cabo una aproximación a la experiencia de trabajo e inserción institucional de los integrantes de la Tendencia Revolucionaria del Peronismo,  actor político particular cuyo cuyo origen clandestino y crecimiento político estuvo ligado a la impugnación al Estado y a sus formas liberal-burguesas. Más precisamente, intentamos reconstruir la trayectoria de algunos de sus militantes en el gobierno provincial de Oscar Bidegain durante el año 1973, específicamente al interior del Ministerio de Salud Pública y Acción Social, cartera que estuvo a cargo del Doctor Floreal Ferrara, reconocida figura del peronismo revolucionario.

En relación a esto, pudimos observar la confluencia de dos procesos que incidieron de lleno en la posterior inclusión de militantes de la Tendencia en numerosos cargos de la administración provincial. Por un lado, señalamos la decisión de Montoneros de participar del juego electoral como táctica efectiva para ganar espacios en el aparato estatal y contribuir desde allí a su proyecto de construcción del socialismo nacional. Por el otro, dimos cuenta del proceso de fusión de la organización Descamisados con Montoneros a fines de 1972, junto con la integración a esta última de múltiples agrupaciones sindicales, juveniles, territoriales y universitarias peronistas de existencia previa en la zona del Gran La Plata que nutrieron extensamente de cuadros y militantes a dicha organización. De esta fuerte vinculación entre los cuadros dirigentes de Descamisados y los militantes de la JP de La Plata -ya todos reunidos como integrantes orgánicos de Montoneros- nacerá la principal base de apoyo político que sustente la candidatura del gobernador Bidegain, pasando en la etapa postelectoral a ocupar significativos lugares en dependencias de su gobierno.

Asimismo, analizamos los ejes de la política sanitaria que intentó llevar a cabo el Ministro Floreal Ferrara, junto con los programas de acción social impulsados desde la Secretaría de Seguridad Social en donde participaron directamente figuras importantes de la Tendencia. En este sentido, destacamos el fuerte contenido asambleario, participativo y popular de las medidas encaradas, que se alejaban radicalmente de las formas jerárquicas, paternalistas y autoritarias que caracterizaron la anterior gestión militar, encontrando asimismo en esta particular forma de intervención política en el espacio institucional provincial una vinculación con las prácticas de radicalización y acción contestataria propias de la etapa anterior de resistencia y lucha contra la dictadura militar. Estos lazos de continuidad también pudimos observarlos en relación a la trayectoria de trabajo político y barrial precedente de muchos militantes y las iniciativas y programas desplegados durante su gestión institucional, por lo que hubo quienes vivieron el ingreso al ámbito estatal sin mayores contradicciones con el proyecto revolucionario, entendiendo dicha experiencia como la oportunidad para cambiar las estructuras desde “adentro”.

Dentro de este contexto, observamos las agudas tensiones derivadas de la incorporación de militantes provenientes de agrupaciones y organizaciones político-militares peronistas a la estructura de un gobierno constitucional, tanto al interior del Movimiento como dentro del universo mayor de la militancia revolucionaria. Con respecto al conglomerado peronista, describimos las fuertes resistencias que estas formas disruptivas de gestión estatal despertaron entre los sectores de la derecha político-sindical, teniendo al vicegobernador Victorio Calabró como uno de sus principales detractores, en vistas al duro enfrentamiento librado por la ocupación de espacios de poder. Esta situación, sumada a la cada vez más conflictiva relación que la juventud radicalizada mantuvo con Perón luego de su definitivo retorno -más aún a partir de los objetivos de disciplinamiento e institucionalización que éste explicitó- determinó la salida de Ferrara del Ministerio, y el comienzo de una prolongada crisis institucional que expuso con crudeza los notables límites en torno a las posibilidades de continuar –y profundizar- una práctica política alternativa, no sustentada en la verticalidad e inscripta dentro de un proyecto revolucionario.

Por otra parte, tomando como referencia los testimonios de ex militantes que participaron del gobierno provincial, analizamos la incidencia de factores que remiten al heterogéneo mundo de la militancia y el funcionamiento de la organización revolucionaria, para comprender las múltiples razones que confluyeron en la obturación de la experiencia política-institucional protagonizada por la Tendencia. Al respecto, atendimos a la heterogeneidad que reunía en su seno este conglomerado, evidenciada tanto en la diversidad de prácticas, imaginarios y objetivos que guiaban el accionar en el Estado de muchos de sus militantes, como en la manera de concebir su relación con Perón, todo lo cual nos permite observar las tensiones que atravesaron a este complejo actor derivadas del intento de conjugar dentro de un proyecto revolucionario (que incluía como estrategia el accionar armado) la participación en las estructuras del gobierno democrático.

 El enfrentamiento con Perón desatado hacia la segunda mitad del año 1973, colocó a muchos militantes de la Tendencia ante el dilema de mantener su adhesión al líder - garantizándose con ello el vínculo con las masas y la permanencia dentro del Movimiento- o dejar de lado esa opción para llevar adelante su programa revolucionario. La respuesta a esta disyuntiva fue finalmente lo que definió la continuación o defección en la ocupación de cargos institucionales en el gobierno provincial. 

 

 

Notas

[1]El nombre “Tendencia Revolucionaria del Peronismo” se utilizó por primera vez en el Congreso del Peronismo Revolucionario reunido en Córdoba en Enero de 1969 para definir a los grupos que se encontraban a favor de la lucha armada. Genéricamente se incluyen en la denominación a un conjunto heterogéneo de actores y organizaciones que adscriben al peronismo como identidad política y proponen desde él una salida revolucionaria a la crisis del sistema, es decir postulan la construcción del “socialismo nacional” y avalan la metodología de la lucha armada. Hacia 1973, el nucleamiento incluye tanto a las organizaciones guerrilleras peronistas (Montoneros, FAR, Descamisados, FAP- 17 de Octubre y la fracción del PB asociado a ésta) como a sus agrupaciones de superficie (JP-Regionales, JTP, JUP, MVP, AE, UES, MIP). Por su parte, figuras del ámbito artístico, intelectual, político y sindical que militaban en las filas del peronismo revolucionario pero no pertenecían orgánicamente a ninguna de estas organizaciones también eran reconocidas como integrantes de la Tendencia. La fusión de Descamisados a fines de 1972 y FAR en Octubre de 1973 con Montoneros -conservando para la organización el nombre de esta última- hicieron que se identifique genéricamente a Montoneros con la Tendencia. Ver “Estrategia y Táctica Revolucionarias. Documento presentado al Congreso de Córdoba por la Tendencia Revolucionaria del Peronismo”, Cristianismo y Revolución n° 12, Marzo 1969; Lenci, M. L (1999).

2Barletta, A., Lenci, L, Ramírez, A. (2013); Servetto, Alicia (2010); Pozzoni, Mariana (2009); Antúnez, Damián (2011); Bonavena, Pablo (2009); Abbattista, Lucía (2013); Bustingorry, H. (2012), entre otros.

3“Hablan los Montoneros”, Cristianismo y Revolución nº 26, Nov-Dic 1970; “Correspondencia Perón-Montoneros Feb. 1971” y “Montoneros. Línea Político-Militar. Documento interno.1971” en Baschetti, R. (1995); “Cámpora al gobierno, Perón al poder” Documento de la JP-Montoneros, La Opinión, 21/12/1972; “La Juventud Peronista apoya al Comando Superior” comunicado firmado por la JP de La Plata, Berisso y Ensenada, MRP, Agrupación Cogorno y FURN, El Argentino 19/12/72. Ver también Lenci, M.L. (1999)

4 Perdía, R. (1997); Duhalde, E. y Perez, E. (2003); Rodeiro, Luis (2006)

5Entrevista a Hugo Bacci, La Plata, 02/04/2012. Fundador de la FURN y ex militante de la JP-Montoneros de La Plata. Fue nombrado Director de Ganadería y Subsecretario de Agricultura durante el gobierno de Bidegain.

6Robles, Horacio (2009); Castro, F. y Salas E. (2011).

7 Amato, F. y Boyanovsky Bazán, C. (2008). Entrevista a Hugo Bacci, op. cit. Entrevista a Nora Peralta, La Plata, 01/05/2012. Fundadora la FURN y ex militante de la JP. Entre los militantes de la JP-FURN se encontraban Carlos Kunkel, Carlos Negri, Raúl Piñeiro, Rodolfo Achem y Nestor Kirchner en Derecho; Hugo Bacci, Nora Peralta, Carlos Miguel, Gabriel Soler, Pablo Fornasari y Mabel Benegas en Veterinaria; Eduardo Visus, Anibal Visus, Oscar Costa y Jorge Bellating en Económicas. Por otra parte Gonzalo Chaves, Néstor Fonseca y Baby Molina militaron por fuera de la universidad primero en las filas del Movimiento Revolucionario Peronista y luego en JP de La Plata.

8Entrevista Flora Castro, La Plata, 22/06/2013. Norberto Habegger, fundador de la agrupación guerrillera Descamisados, fue el referente más importante designado por Montoneros para realizar el trabajo político y nexo entre esta organización y Bidegain.

9Para más detalles del acercamiento entre Bidegain y la Tendencia durante la etapa preelectoral y la campaña ver Tocho, Fernanda (2012) y Antúnez, D. (2011). Entrevista a Hugo Bacci, op. cit. Entrevista a Nora Peralta, op. cit. Testimonio de Carlos Negri en Amato, F. y Bazán, C. op. cit, p. 192-193. Carlos Negri fue Secretario de la JP de La Plata y Diputado Provincial del FreJuLi electo el 11 de Marzo de 1973. La soledad de Bidegain y la necesidad de buscar una base de apoyo político efectivo dentro del peronismo frente a las presiones que recibía por parte del sindicalismo ortodoxo, es destacada por la mayoría de nuestros entrevistados.  Es importante señalar también que las propias hijas de Bidegain, Gloria y Cristina, junto con su yerno Daniel Vaca Narvaja, militaban en las filas de la JP-Montoneros, razón por la cual el círculo íntimo que rodeaba al gobernador lo ligaba de manera directa a los sectores de la Tendencia.

10Otras designaciones ligadas a la Tendencia fueron: Guillermo Gallo Mendoza (Ministro de Asuntos Agrarios); Alejandro Peyrou (Subsecretario de Asuntos Agrarios); Alberto García (Ministro de Obras Públicas); Julio Troxler (SubJefe de la Policía Federal); Ernesto Jauretche (Subsecretario de Asuntos Municipales); Rolando García (Asesoría Provincial de Desarrollo); Leandro Maissonave (Secretario General de Gobernación); Sergio Caletti (Secretario de Difusión y Turismo) y como su asesor, Andrés Framini; Alcira Argumedo (Subsecretaria de Cultura); Gloria Bidegain (Asesoría de Gobernación); Daniel Vaca Narvaja (Asesoría Provincial de Desarrollo); Hugo Bacci (Director de Ganadería y posteriormente Subsecretario de Asuntos Agrarios); José Kapeluznik (Subsecretario de Hacienda), entre otros. Asimismo la custodia y seguridad de Bidegain quedó en manos de militantes montoneros, entre otros Gabriel Belo Soler, hermano de Marcelo Soler. Mesa “Ds”, Carpeta Varios Legajo 16223 “Nomina de autoridades provinciales”. Archivo ex DIPBA/ Comisión Provincial por la Memoria; Entrevista a Alejandro Peyrou, Buenos Aires, 11/11/2012. Militante de las FAP, ingresa a Montoneros en el año 1971. Formaba parte del armado de los equipos técnicos de la organización. Ocupó el cargo de Subsecretario de Asuntos Agrarios en el gobierno de Bidegain.

11 Svampa, M. (2010). Entrevista a Hugo Bacci, op. cit. Entrevista a Alejandro Peyrou, op. cit. Carlos Flaskamp, militante del GEL y posteriormente de las FAR, señala que Ferrara figuraba en una lista de médicos cercanos a las organizaciones guerrilleras con los cuales se podía contar en casos de emergencia. http://www.robertobaschetti.com/biografia/.

12 Daniel Vaca Narvaja, militante montonero y hermano de Fernando, ocupó el cargo de Asesor de Gobernación junto con su mujer Gloria Bidegain, mientras que Habegger se desempeñó como Asesor pero con un nombre falso: Ernesto Gómez. Entrevista a Flora Castro, op. cit.

13 Para un análisis del movimiento de tomas en la región ver Abbattista, L. y Ramírez, A. (2011). Para la toma de la República de los Niños ver Tocho, Fernanda (2012).

14Reportaje a Floreal Ferrara Diario El Día, 10/06/1973, p. 3 y 7. Estas nociones de descentralización hospitalaria y participación activa de la comunidad fueron el antecedente de la política sanitaria que posteriormente implementó Ferrara en el año 1985, cuando ejerció el cargo de Ministro de Salud bajo la gobernación de Antonio Cafiero. El eje de su política se centró en la denominada ATAMDOS (Atención Ambulatoria y Domiciliaria de la Salud). Ver Luis Bruschtein, entrevista a Floreal Ferrara http://www.pagina12.com.ar/2001/01-03/01-03-05/pag14.htm

15 Creado en el año 1971, el Consejo Tecnológico del Movimiento Nacional Peronista tenía como finalidad estudiar y diseñar propuestas de gobierno y planes acción en diferentes áreas tales como Industria, Salud, Vivienda, Energía, Inversiones extranjeras, etc. Estaba integrado por militantes técnicos y cuadros profesionales peronistas, siendo su director el científico y decano de Exactas Rolando García, quien estuvo a cargo de la Asesoría Provincial en la gobernación de Bidegain. Entrevista a Alejandro Peyrou op. cit.

16 El Día, 25/07/1973, p. 3.

17 El Día, 10/06/1973, p 3 y 7. Ver Bustingorry, Horacio (2011)

18De los 64 Centros de Promoción vigentes al inicio de la gestión de Bidegain, solamente 4 eran de gestión provincial directa, 30 se gestionaban en coordinación con los municipios y los 30 restantes estaban en manos de Instituciones Civiles Privadas tales como el Rotary Club o Instituciones Religiosas, que administraban directamente los fondos recibidos desde el gobierno provincial. Documento Interno de la Dirección de Promoción y Presupuesto. Ministerio de Bienestar Social. Proyecto Comunitario. Mayo-Octubre 1973

19 Entrevista a Flora Castro, op. cit

20Las tareas de alfabetización se realizaban en conjunto con la Dirección de Coordinación de Servicios Culturales a cargo del ex cura tercermundista Alejandro Mayol.

21Entrevista Flora Castro, op. cit. Gran parte de las actividades de alfabetización y promoción de la comunidad que Castro desarrolló en el Ministerio, retomaban la experiencia de trabajo barrial que venía realizando desde el año 1968 en Vicente López, como integrante de la Campaña de Lucha Contra el Hambre a cargo de la Comisión Católica Argentina. Este trabajo se ligaba de lleno con su militancia cristiana en vías de radicalización, primero en Acción Católica, y luego en la Democracia Cristiana, donde conoció a Norberto Habegger. Ver Diana, Marta (2013), p.364.

22 Entrevista a Hugo Bacci, op. cit.

23Flora Castro y Floreal Ferrara ratifican tanto las presiones de grupos de la derecha por quedarse con el control de esta oficina en vistas a las posibilidades de realizar un manejo laxo y arbitrario de los recursos financieros, como así también la postulación para este área de Eliseo Morales y gente que venía de las FAP vinculada a él por parte de Norberto Habegger. Ver Svampa, M. (2010) p. 74.

24Entrevista a Nora Peralta, op. cit. El Día, 26/07/1973, p. 5. Y 9/08/1973, p.2 El proyecto era una prueba piloto que se extendería luego hacia todos los institutos de menores de la Provincia. Los dos primeros contingentes llegaron desde Gonnet y Almirante Brown.

25 Entrevista a Hugo Bacci, op. cit. Barba, F. y De María, M (1987). P. 142.

26 Ver Documento político de la CGT-Regional Buenos Aires en El Día, 14/4/1973

27 El Día, 14/06/1973, p. 3

28 Amato, F y Bazán, C. (2007) p. 227

29Norma Kennedy, grupos de la CNU y hasta el propio Calabró responsabilizaron directamente a Bidegain por lo sucedido Ver El Día, 24/06/1973, p. 3., 25/07/1973, p. 5 y 28/6/1973, p. 2.

30Flora Castro nos relata que en varias oportunidades Ferrara junto a otros compañeros debieron salir corriendo del Ministerio debido a los recurrentes ataques y amenazas realizadas por grupos de la CNU.

31Svampa, M. (2010) p. 70.

32Luego de la salida de Cámpora y ante las fecundas versiones de una inminente renuncia de Bidegain, contingentes de la JP se hicieron presentes en la puerta de la Casa de Gobierno provincial para dar apoyo al gobernador. Este fue el único sector que se movilizó en favor de la continuidad de su mandato. El Día, 14/07/1973, p. 3.

33 El Día, 27/07; 19/08/1973 Tapa, y 20/08/1973 Tapa. Luego del atentado, Diéguez responsabilizó directamente al gobernador Bidegain por lo sucedido, en tanto su política evidenciaba una “deformación” y alejamiento de los principios rectores del movimiento obrero y justicialista. Del mismo tono fueron las declaraciones del vicegobernador Calabró y el Ministro de Trabajo de la nación Ricardo Otero. El Día, 2/8/1973 Tapa y p. ss. Y 3/8/1973 p. 3

34 Entrevista a Flora Castro, op. cit.

35 Entrevista a Hugo Bacci, op. cit.

36Varios entrevistados hacen referencia a las diferencias “generacionales” que existían entre la camada de militantes de mayor edad que tenían alrededor de 28 y 30 años cuando asumieron sus cargos institucionales, y los miembros más jóvenes de la organización, quienes a la vez que carecían de una militancia política y territorial previa, abogaban por asumir posiciones más militaristas en detrimento del trabajo en ámbitos estatales. Entrevista a Alejandro Peyrou, op. cit. Entrevista a Hugo Bacci, op. cit. Por su parte Flora Castro señala la incompatibilidad que empezó a sentir entre su condición de cristiana y la adopción de la lucha armada. Diana, Marta (2013) P. 366.

37 Perdía, Roberto (1997) P. 127. Para una interpretación similar centrada en el difícil equilibrio sostenido por la Tendencia al albergar en su seno dos dinámicas de acción dispares ver: Lenci (1999) y Pozzoni (2009).

 

Bibliografía:

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*Profesora de Historia de la UNLP. Becaria del Conicet y doctoranda en Historia. Actualmente se desempeña como docente de la carrera de Historia en dicha Universidad e integra el equipo de investigación dirigido por la Prof. Ana Barletta sobre el período 1973-1976. Su tesis doctoral aborda la participación institucional de la Tendencia Revolucionaria del Peronismo durante el Gobierno de Oscar Bidegain en la provincia de Buenos Aires (1973-1974).

 

 

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